Una vez leí que el gerente de proyectos de una gran corporación cometió un error que le costó 10 millones de dólares a la compañía. Él inmediatamente trajo su carta de renuncia. La respuesta de la compañía fue sorprendente. Ellos le dijeron, ¿renunciar? Acabamos de invertir 10 millones de dólares en tu educación. ¡No te podemos despedir ahora! Sería una locura.
La respuesta de la compañía al error de su gerente es parecida a la respuesta de cómo Dios mira los errores en nuestra vida. Él los mira como oportunidades para crecer y hacernos más sabios. La Biblia dice que Dios camina con nosotros a través de tiempos difíciles para que no tiremos la toalla. Él ha invertido algo más valioso que dinero en nosotros, y no desea perder nada de Su inversión.
Deja que Dios te enseñe y entrene en los caminos de la sabiduría. No encontrarás un maestro más sabio, inteligente y cuidadoso que Él. El salmista en la Biblia dijo, “Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia, y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos maravillosos” (Salmo 71:17, NTV).