Otorgar Perdón

“Es que yo no puedo perdonar”, esa es la premisa de muchas personas a las cuales se les dificulta otorgar perdón. Es mucho más fácil para el ser humano el recibir perdón que el otorgar el perdón. Una acción es una dádiva y la otra es una entrega. El entregar algo de nosotros se nos hace sumamente complicado ya que tiene que ver con nuestro ego, con el “yo”. En otras palabras, el no otorgar perdón proviene del orgullo albergado en nuestro corazón.

Entonces, ¿cómo lograr otorgar el perdón? Primero, reconoce que este mundo está lleno de imperfecciones y tendrás que otorgar y recibir perdón hasta el día que te mueras. Segundo, trabaja en tu orgullo. Preguntas como qué me impide perdonar y por qué no logro hacerlo ayudan en este proceso. Tercero, otorgar perdón es una decisión. Nadie lo puede hacer por ti, ni nadie puede obligarte en hacerlo. Es algo que ofreces de lo más profundo de tu ser. Cuarto, acuérdate de las tantas veces que te han otorgado perdón para que tomes perspectiva y no seas orgulloso. En último lugar, pídele a Dios que te ayude a perdonar así como Él te ha perdonado en numerosas ocasiones.

Aunque el otorgar perdón sea una acción difícil, recuerda que el que no logra perdonar, no logra vivir en libertad. La Biblia dice en Efesios 4:32, “…Sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo ” (NTV).

Hasta Luego

“Hasta Luego” y “Dios le bendiga” fueron las palabras que escuché recientemente de un hermano en la iglesia quien era intencional en esperarme al final cada domingo para darme la mano y saludarme amablemente. Siempre con una actitud de alegría, sencillez y optimismo hacia la vida. Poco sabía yo que esa sería la última vez que recibiría su saludo ya que murió repentinamente por un infarto cardiaco con sólo 58 años de edad dejándonos perplejos con lo inesperado del evento.

Hasta luego es la frase que comúnmente usamos porque asumimos que viviremos mañana. Es decir, que tendremos un “luego” para saludar, amar, y vivir la vida que Dios nos ha dado. Pero, nuestra vida es frágil, débil y pusilánime. Las Escrituras dicen que somos como la hierba que crece, florece y luego se marchita. Como dicen por ahí, “lo único que tenemos seguro es la muerte”. Lo demás es limitado y contabilizado. Nuestro tiempo en esta tierra está cronometrado y no sabemos cuál será el día final de nuestra historia.

Estamos seguros que podremos decir un “hasta luego” aunque muramos sólo al asegurar nuestro destino reconociendo a nuestro Creador y a Su Hijo Cristo quien murió en la cruz por todas nuestras faltas. Si creemos por fe en Jesús entonces sí será un hasta luego porque viviremos no solo en esta vida sino por la eternidad. La Biblia dice en Juan 3:36a,“ Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna.” (NTV).

Un Lugar Secreto

Los recuerdos de la infancia me remontan a un pequeño pueblo donde residían mis abuelos paternos rumbo a la zona cafetera de mi amado país Colombia. Era allí es ese pueblo donde nos llevaban nuestros padres a mi hermana mayor y a mí a pasar las vacaciones de fin de año. Uno de los juegos que más nos gustaba jugar como todo niño era a las escondidas. Como el lugar tenía un patio amplio con muchos árboles y vegetación, escogíamos y cambiábamos de lugar secreto constantemente. Mi lugar secreto era esconderme detrás de la cochera de los cerdos de mi abuelo rumbo a un precipicio o subirme a alguno de los árboles de mandarina, naranja. También solía infiltrarme en los cafetales. Mi hermana era un poco más convencional y escogía sitios más cercanos a la casa donde la podía hallar fácilmente.

Esta anécdota de la infancia me puso a pensar en los lugares secretos que tenemos albergados en nuestra alma y en nuestro corazón. Allí, en lo más recóndito de nuestro ser nos escondemos para no ser encontrados fácilmente. Nos sentimos protegidos al subirnos al mismo árbol o al hacernos detrás de sentimientos, acciones y actitudes que sirven como escondites diarios en nuestro proceder. Sin embargo, aunque nos queramos esconder de todos, no nos podemos esconder de Dios. Él está en todo momento y en todo lugar. Así que no intentes esconderte de Dios. Ese juego no funciona con Él. La Biblia dice en Salmos 139:7 , “¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu¡ ¡Jamás podría huir de tu presencia!”, (NTV).

Algo Nuevo

El enfrentar algo nuevo trae consigo una gama de sentimientos como la inseguridad, el temor, la ansiedad, los cuales son alimentados por la incertidumbre de lo que puede pasar en el futuro. A pesar de ello, la novedad también conlleva en sí sentimientos de esperanza, alegría e ilusión que son alimentados por la expectativa de lo que puede ser mejor que lo que se vive en el momento.

El enfrentar algo nuevo nos hace indagar en nuevas actitudes y explorar nuevas habilidades para ser efectivos en la nueva realidad. Muchas veces no sabías que eras bueno para algo hasta que tuviste que hacerlo. De modo que el vivir algo nuevo puede ser el motor para desarrollar nuevos proyectos, emprender nuevos objetivos, gestionar nuevos negocios, explorar nuevas relaciones, desafiar sistemas antiguos y proponer cambios paulatinos y duraderos que harán de nuestra vida una vida mejor.

De modo que, recibe las novedades que trae la vida como bendiciones de parte de Dios. Éstas pueden ser regalos que al abrirlos sorprenderán tu vida y bendecirán a quienes te rodean. Puede ser que Dios quiera hacer algo nuevo en ti hoy. La Biblia dice en Isaías 43:19, “Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía”, (NTV).

El dinero no lo es todo

Hay muchas personas que piensan que el dinero lo es todo en la vida pero el dinero no lo es todo. Si el dinero fuera todo entonces los solventes económicamente nunca cometerían un suicidio, no tendrían adicciones, no sufrirían depresiones, sus hogares nunca se acabarían y sus problemas nunca existirían. Sin embargo, con o sin dinero, toda persona en este mundo enfrenta desafíos de diferente índole.

La avaricia por el dinero es el deseo loco y descontrolado de tener posesiones a toda costa. Lo único que importa es cuánto más dinero se pueda acumular. No importa si la familia u otras relaciones pagan las consecuencias. El amor al dinero es el cáncer del contentamiento que gradualmente consume a sus víctimas reemplazando el contentamiento con el deseo insaciable de obtener dinero y posesiones materiales.

En una encuesta reciente, le preguntaron a muchos, ¿qué estarías dispuesto a hacer por 10 millones de dólares? El 3% dijo que estaría dispuesto a poner a sus hijos en adopción. El 16% dijo que abandonaría a su cónyuge. El 25% dijo que abandonaría a su familia para siempre. El 23% de las mujeres dijo que podrían prostituirse por una semana. Estas son sólo unas entre muchas respuestas. Sorprendente, ¿verdad? Así que no ames al dinero porque arruinará tu vida. La Biblia dice en 1 Timoteo 6:10, “porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe…”, (NTV).

¡Qué ridículo!

¿Has hecho el ridículo alguna vez en tu vida? Creo que todos en algún momento hemos hecho o pasado por un ridículo. Hacer el ridículo es pasar por una situación humillante que provoca la risa y la burla de los demás. También puede ser provocada por las acciones incoherentes, indiscretas e inapropiadas de una persona causando reacción en otras. En cualquiera de las dos circunstancias, se relaciona con llamar la atención de los demás usualmente siendo expuesto a la burla o el menosprecio. Y, ¿quién desea ser expuesto o menospreciado? No muchos. Es más, eso es algo que el ser humano detesta, el ser menospreciado.

Sin embargo, la realidad es que muchas de nuestras palabras, acciones y decisiones nos llevan a cometer el ridículo que no esperábamos. Pero, ¿qué hacer para evitar el ridículo? 1. Ser prudentes con nuestras palabras y acciones. 2. Ser congruentes con nuestras palabras y actitudes. 3. Pensar y planear antes de actuar. 4. Aprender de los ridículos del pasado. 5. Pedir sabiduría a Dios. 6. Evaluar el contexto, momento y personas antes de hacer o decir algo que pueda llamar la atención.

De modo que, evita el ridículo y cuando pases por él, aprende, recapacita, levántate y sigue hacia delante. Muchas veces es necesario hacer el ridículo para no pasar de nuevo por él. La Biblia dice en Proverbios 3:34, “El Señor se burla de los burlones, pero muestra su bondad a los humildes”, (NTV).

Respirar Profundo

El respirar profundamente es bueno para la salud. Desde el joven que se encuentra supremamente agitado por su ejercicio y actividad física como para la persona que acaba de recibir una noticia traumática, se les pide que respiren profundamente. La frase, “respira profundo” es escuchada en muchos contextos y practicada de muchas maneras.

Los doctores recomiendan respirar profundamente y tener una rutina de respiración ya que ayuda a oxigenar el cerebro, soltar toxinas y recobrar la calma emocional. Unos ejercicios de oxigenación pueden aminorar presiones, suprimir dolores y mejorar los dolores de cabeza en muchas ocasiones. Hay otros que afirman que la oxigenación también ayuda a mantener una sincronía en el sistema nervioso y promueve el balance químico en los órganos más vitales. ¿Sabías de todos estos beneficios al respirar profundamente?

La Palabra de Dios afirma que todo lo que respira es como una demostración de adoración al Señor. El respirar es también señal de que estamos vivos y la vida es una bendición de Dios. Así que cuando te sientas cansado, agitado, o agobiado, respira profundo. De seguro que te ayudará. Dios es el aliento de vida quien puede saciar tus ansiedades, calmar tus situaciones y sanar tu vida. La Biblia dice en Job 33:4, “El Espíritu de Dios me ha creado, y el aliento del Todopoderoso me da vida”, (Job 33:4, NTV).

Vámonos

“Vámonos” o “let’s go” en inglés era una de las frases celebres de Dora la Exploradora después de terminar una misión. Esta caricatura animada que le encantaba a mi hija cuando era bebé, siempre estaba buscando algo más que hacer después de haber concretado su misión. En el mundo de Dora, la vida es una exploración que cobra sentido cuando tiene una misión por la cual luchar, superar los obstáculos y no descansar hasta llegar a completarla.

Aunque no vivimos en el mundo de Dora ya que es un dibujo animado, si podemos acordar con su simple receta de vivir la vida como un viaje exploratorio pero con propósito. Este viaje es sorpresivo, desafiante y lleno de muchas enseñanzas que nos preparan para el siguiente paso. Vive la vida como un hermoso espionaje. Esta llena de bellos paisajes, amplios horizontes, hermosos desiertos, diferentes estaciones, diversas personas, múltiples situaciones y muchos lugares que le dan propósito y sentido cada día.

Así que, levántate y “vámonos”. La vida es un largo espionaje que vale la pena experimentar. El Señor Jesús, al terminar cada una de sus tareas, se levantaba y le decía a sus discípulos, “vámonos”. Hoy se nos recuerda esa misma premisa, “vámonos”, aún hay mucho por recorrer. La Biblia dice en Isaías 41:13, “pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el Señor tu Dios. Y te digo: “no tengas miedo, aquí estoy para ayudarte”” (NTV)

En la luna

“Estas en la luna”, es la frase que se usa para describir a una persona que por el momento se encuentra desconcentrada, despistada o desubicada. Muchas veces esta expresión se usa para describir a alguien que está enamorado(a) y está constantemente pensando en su amado(a). Sin embargo, la falta de concentración y enfoque se ha convertido en uno de los problemas actuales más comunes que afectan a muchas personas hoy en día.

Las estadísticas arrojan que entre un 4 al 5% de los niños en Estados Unidos sufren de trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Las principales características son la falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Pero, ¿qué pasa con aquellas personas que aunque crecen siguen sufriendo de este trastorno? Se comenta que muchos de los problemas relacionales, laborales y aún espirituales en los adultos es porque no se les trató con su trastorno de déficit de atención.

Hasta cierto punto, todos hemos sufrido de un déficit de atención espiritual. Muchas veces Dios nos envía mensajes muy claros a los cuales hacemos caso omiso o decidimos ignorar. Estamos tan ocupados con hiperactividad que sacamos excusas y respondemos con acciones impulsivas.

Prestémosle atención a Dios. Esto verdaderamente trastornará nuestra vida para bien. La Biblia dice en Lucas 11:28, “Jesús respondió: pero aún más bendito es todo el que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica” (NTV)

Vivir sin Pensar en Mañana

“Vivir sin pensar en el mañana”, esa es la filosofía que rige el accionar de muchas personas hoy en día. Viven como si no hubiera un mañana. Malgastan su tiempo, recursos y dinero como si no hubiera un futuro. No planean, no invierten en sus relaciones interpersonales, no se preparan vocacionalmente y rechazan todo lo que tenga que ver con una vida espiritual.

La verdad es que es importante vivir totalmente en el hoy pero con la perspectiva de que todo lo que hagamos hoy repercutirá en el mañana. Aunque el futuro en muchas instancias es incierto, la Palabra de Dios nos habla de que el futuro es seguro cuando tenemos a Cristo Jesús.

Entonces, no podemos vivir como si no hubiera mañana. Para evitarlo debemos pedirle dirección a Dios, estar totalmente presentes en el hoy, aprender del ayer, planear para el mañana y confiar en que Dios nos puede guiar, proteger y prosperar en el futuro. En Sus manos estaremos seguros. La Biblia dice, “33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.34 »Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.”, (Mateo 6:33-34, NTV).