Darnos A Nosotros Mismos

Jesús dijo: No he venido para ser servido, sino para servir y para dar mi vida en rescate por muchos (Mateo 20:28). Entonces, la clave de la vida no es vivir para uno mismo, sino vivir para servir a los demás. El significado de nuestra vida radica en ser trascendentes al servir con nuestros dones y talentos durante el tiempo de nuestra existencia. Como alguien bien lo dijo:  Lo que doy, me lo doy. Lo que no doy, me lo quito. Nada para mí que no sea para otros. Me llamó la atención esta frase, porque si no damos de nosotros mismos, nos estamos robando el privilegio de descubrir la bendición que podemos ser para los demás. 

Solo aquel que sirve a los demás descubre su razón de existencia, porque el servir a los demás hace sentir lleno el corazón. Cuando alguien no sabe su razón de existencia o propósito de vida es quizá porque no esta sirviendo a alguien o a algo más. Siempre he pensado que la mejor manera de encontrarse a sí mismo es perderse en el servicio a los demás. 
Si eres un seguidor(a) de Jesús, entonces el servir con humildad y de corazón a los demás es el mejor camino de honrarle a Él. La Biblia dice en Juan 12:26, “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará” (NTV)

Discernir

John Verdon dijo lo siguiente: “No creemos lo que pensamos porque vemos lo que vemos, sino que vemos lo que vemos porque pensamos lo que pensamos”. Esto nos habla de un término en especial llamado “discernimiento”. El discernimiento es la habilidad de obtener una percepción adecuada de las cosas para poder elegir y juzgar bien. El discernimiento está conectado con la moralidad y un buen sentido del uso común.

Una persona que discierne bien elige correctamente tomando buenas decisiones, no se apresura en hacer cambios drásticos, es cauteloso(a) con sus palabras, no emite un concepto rápido en referencia a otras personas y trata de analizar cuidadosamente los movimientos que hace en su vida, entendiendo que estos pueden afectar a los demás.

En otras palabras, los que poseen discernimiento saben cuánta diferencia puede mediar entre dos palabras parecidas, según los lugares y las circunstancias que las acompañen. De modo que, todos necesitamos discernimiento, por lo tanto, debemos pedírselo a Dios. La Biblia dice en Salmo 119:66 , “Enséñame buen juicio y conocimiento, pues creo en tus mandamientos” (BLA).

Pérdida De Atención

¿Has sufrido de la pérdida de atención? ¿Has quedado mal en algo o con alguien por la pérdida de atención? Las estadísticas arrojan que alrededor de un 10 a un 14% de la población mundial padece de la pérdida de atención. Esto es un número alarmante dado a que muchos ignoran dicha realidad. 

La pérdida de atención nos hace poco infructuosos, poco eficientes y nos acarrea múltiples desafíos en la vida. La pérdida de atención causa problemas académicos, laborales y relacionales. Lo más interesante es que la mayor parte de las personas que padecen de esta psicopatología no saben que padecen de la misma siendo una condición clínica. 
Pero ¿qué decir de las personas, situaciones y circunstancias donde no prestamos atención simplemente por no querer hacerlo? ¿Qué decir de las etapas donde necesitábamos concentrarnos y no prestamos la atención debida? Medita por unos minutos en las cosas, personas o situaciones que requieren más de tu atención. Atesora los mejores momentos, aprecia los mayores esfuerzos y aprende de cada uno de tus sacrificios. Cuando prestas atención más detenidamente te darás cuenta que de las simplezas y pequeñeces surgen las más grandes lecciones y experiencias. Sólo abre tus ojos y presta atención que Dios puede estarte hablando y tú no lo estas escuchando.   La Biblia dice en Hebreos 2:1, “Así que debemos prestar mucha atención a las verdades que hemos oído, no sea que nos desviemos de ellas” (NTV)

No Me Digas Nada

“No me digas nada, no quiero escuchar a nadie”. Son palabras que han salido de nuestros labios en momentos de euforia, de frustración y de enojo. Son palabras que surgen como defensa y protección en momentos donde sentimos desolación. Son palabras de auto protección o de auto conmiseración en muchos de los casos. 

Cuando decimos: “No me digas nada, lo que queremos decir es que no estamos dispuestos a escuchar”. Muchas veces es bueno no decir ni escuchar nada, pero después de un tiempo consecuente, donde se ha hallado la cordura, es importante estar dispuesto a escuchar de nuevo. Entonces, ¿te has cerrado completamente para escuchar lo que otros tienen para decir o abrirás tus oídos una vez más? Sobre todo, ¿abrirás tus oídos para escuchar la voz de Dios?

Muchas veces con nuestras actitudes le decimos a Dios: “No me digas nada cuando Él quiere decirlo todo”. ¿Estas dispuesto(a) a escuchar la voz de Dios? Quizá no lo has querido escuchar. Abre tus oídos y escúchale. La Biblia dice en Santiago 1:19, “Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse” (NTV)

Héroes No Nombrados

La vida está llena de héroes no reconocidos. Me refiero a aquellos que son fieles, siervos, abnegados, sacrificados, determinados y que dan el todo de sí por otros sin esperar ningún tipo de recompensa. En nuestros días, dichos héroes son aquellos que responden primero a los desastres naturales o accidentes, los militares que arriesgan sus vidas, los vecinos que intervienen en tiempos críticos, los maestros quienes con sus palabras cambian el rumbo de una vida en particular, los doctores, psicólogos, misioneros, ministros y muchos más quienes no esperan el ser nombrados, pero que dan el todo de sí.

La Biblia está llena de héroes no reconocidos. Uno de los más prominentes es José, el esposo de María y padre terrenal de Jesús. Se nombra en los primeros capítulos de los evangelios de Mateo y Lucas durante el nacimiento de Jesús, pero desaparece de la escena cuando Jesús inicia su ministerio. Sin embargo, podemos inferir que él tuvo una tarea muy difícil al pastorear a María y a Jesús en los momentos tan críticos después de su nacimiento. José fue un hombre entregado a la Palabra de Dios (Mateo 1:20-25). Debido a la formación tan especial que vemos en Jesús a la edad de doce años (Lucas 2:41-52), José tuvo que haber invertido emocional y espiritualmente en Él de una manera excepcional.

Así que, “arriba a los héroes no reconocidos”, aunque otros no los ven, Dios sí los ve. La Biblia dice en 2 Timoteo 2:13, “Si somos infieles, él permanece fiel, pues él no puede negar quién es” (NTV).

Dos Actitudes Hacia Dios

En resumidas cuentas, hay dos actitudes comunes al referirse a Dios: “Unos lo honran y otros lo odian”. ¿Por qué? Dios mismo dice que algunos le servirán y otros no lo honrarán. El Salmo 50 dice que todos los que odian a Dios lo ignoran y se olvidan de Él (v.22). El salmista también habla de los que aman Su instrucción o de los que la rechazan.
En nuestros días vemos las consecuencias nefastas de aquellos que deciden ignorar las instrucciones de Dios. Usualmente aquellos que lo ignoran viven en constante conflicto, en un abrumador desosiego y en una batalla que no pueden parar ya que brota de ellos mismos. Los que ignoran la instrucción de Dios se jactan en sí mismos, se apoyan en su propia prudencia y se jactan en su propia opinión.

Y tú, ¿cuál actitud posees? ¿Honras a Dios o le ignoras completamente? Si le honras, puedes experimentar el cumplimiento de las promesas que son reales y seguras para aquellos que le aman y le siguen. Por ejemplo, Él ha prometido suplirte las necesidades, estar contigo en todo momento y trabajar las cosas a tu favor en Su voluntad. Entonces, ¿deseas seguirle? Te aseguro que no te arrepentirás. La Biblia dice en Deuteronomio 30:19a, “19 »Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes” (NTV)

Sé Agradecido

Hay un canto cristiano antiguo muy conocido que en el coro dice: “Agradecimiento hay en mi corazón, canto de alegría elevo con mi voz, muchas son las cosas que mi Dios me ha dado y en agradecimiento le sirvo a mi Señor”. Aún en medio de los fuertes procesos, sé agradecido, porque el agradecimiento abrirá la puerta que traerá todas las demás bendiciones. Como dice una frase: “Si una persona no es agradecida con lo que tiene ahorita, difícilmente lo será cuando lo obtenga” (Frank A. Clark). 

Una actitud de agradecimiento debe tener siempre cabida en nuestra vida. Estudios demuestran que la gente agradecida es más feliz, porque en vez de preocuparse por las cosas que le faltan, agradecen por lo que tienen y logran experimentar plenitud alcanzando la madurez emocional. El desarrollar una actitud de agradecimiento nos ayuda a crecer y a trascender, porque la raíz de todo bien reposa en el principio de la gratitud. 

Entonces, ¿por qué estás agradecido hoy? Enumera la lista de las cosas por las que estás agradecido, fomenta una cultura de agradecimiento y agradécele a Dios. Saldrás totalmente reconfortado, animado y desafiado.
La Biblia dice en el Salmo 75:1, “¡Te damos gracias, oh Dios! Te damos gracias porque estás cerca; por todas partes, la gente habla de tus hechos maravillosos” (NTV).

Un Viaje Diferente

¿Has pensado en hacer algo diferente para salir de la rutina diaria que tanto te domina? Prueba algo que no has probado. Si no te gusta algo es porque lo has probado, no porque lo desestimaste. Siempre da lo mejor de ti donde estés. Lo que se planta ahora, se cosechará más tarde. Esta es una ley natural que rige tanto a buenos como a malos. Escribe en tu corazón que cada día es el mejor día del año. Vive un día a la vez, aprendiendo del pasado, disfrutando el presente y esperando expectante el futuro. 

No tengas miedo de caerte, porque el que se queda en el miedo, nunca emprende un viaje exitoso. Recuerda que un viaje de mil millas comienza con un solo paso y el resto del viaje es un montón de pasos pequeños. Camina paso a paso pero planea correr cuando sea necesario. No te quedes atascado en el primer obstáculo, es más, espera con ansias los obstáculos para que cuando estos lleguen estés preparado para enfrentarlos. 

Cree que todo lo puedes en Cristo y estarás en la mitad del camino. Sobre todo recuerda que nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, sin embargo, cualquiera puede comenzar a partir de ahora y hacer un nuevo final. 

La Biblia dice en el Salmo 37:3, “Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel” (NTV).

Trabajo En Equipo

Hay una frase popular que dice: “Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”. Esto nos habla del principio del trabajo en equipo. Henry Ford, exitoso empresario estadounidense, se refirió a ello cuando dijo: “Reunirse en equipo es el principio, mantenerse en equipo es el progreso, trabajar en equipo asegura el éxito”. El trabajar con otros diversifica el trabajo, disminuye la carga y multiplica los resultados.

El trabajo en equipo es esencial en toda organización, empresa o equipo deportivo. Michael Jordan, talentoso jugador de baloncesto y quien no ha sido olvidado por sus grandes destrezas deportivas, dijo: “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos”. Él reconoció que un partido se puede ganar por un reconocido talentoso, pero un campeonato solo lo ganan los que saben jugar en unidad.

Entonces, hazte las siguientes preguntas: ¿Soy un buen miembro en el equipo? ¿Cuál es mi función en el equipo al cual pertenezco? ¿Cómo puedo involucrar y empoderar a otros como parte del equipo? ¿Qué metas puedo alcanzar junto a otros que no podré alcanzar por mi mismo? De modo que, trabaja en equipo. Te sorprenderás de donde podrás llegar. La Biblia dice en Eclesiastés 4:9-10, “9 Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo.10 Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!”, (NVI).

La Humildad Y Las Relaciones

“El orgullo destruye las relaciones, pero la humildad es el antídoto del orgullo”. La humildad construye relaciones. El problema con el orgullo es que te engaña. Todos los demás pueden verlo en nosotros, menos nosotros mismos. El orgullo se manifiesta en maneras diferentes como por medio de la crítica, la competencia, la obstinación y la superficialidad. Sin embargo ¿cómo vamos a crecer tú y yo en humildad? Esto solo sucede al permitir que Jesucristo comience a controlar nuestros pensamientos, corazones, actitudes y reacciones. Él tiene que ser parte de este proceso.

Pero ¿cómo te conviertes en una nueva persona? ¿cómo empiezas a pensar de una manera diferente? La ley básica de las relaciones es esta: “Tú tiendes a ser como las personas con las que estás pasando tiempo”. Si pasas tiempo con gente gruñona, te vuelves más gruñón. Si pasas tiempo con gente feliz, te vuelves más feliz. Si quieres tener más humildad, pasa tiempo con Jesucristo. Él es humilde y Él quiere una relación contigo. Él quiere que pases tiempo con Él en oración, leyendo Su Palabra y hablándole. Él es humilde y a medida que lo conozcas, te volverás más como Él.

Cuando pasas tiempo con Jesús, te vuelves más humilde y eso construirá aún más todas tus relaciones. Piensa en qué necesitas cambiar en la forma que piensas de otras personas para que coincida con lo que piensa Jesús. La Biblia dice en 1 Pedro 3:8, “Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde” (NTV)