Corazón Y Cabeza

Cuando escuché la siguiente frase, me llamó la atención: “Si quieres éxito, piensa con la cabeza y siente con el corazón. Si quieres fracasar, piensa con el corazón y siente con la cabeza”. Lastimosamente la mayoría de nosotros cometemos errores porque hemos pensado con el corazón e ignorado nuestra cabeza. Dios nos ha dado un intelecto para razonar, procesar, analizar y para luego actuar. Sin embargo, como seres emocionales, nos dejamos llevar por nuestros sentimientos y emociones. 

Entonces ¿qué podemos hacer? Podemos aplicar lo que los abuelos siempre recomiendan: “Piensa, analiza, evalúa y luego actúa”. Parece simple de seguir, pero es difícil de aplicar. Dios nos ha dado una cabeza para conocer, nos ha dado un corazón para sentir y unas manos para actuar. Usémoslos de la mejor manera posible. Como dicen por ahí: “Antes de actuar, hablar y escribir, hay que pensar”. En otras palabras, piensa muy detenidamente lo que debes decir o hacer. De no ser así, cometerás muchos errores y te meterás en muchos problemas. 

He aquí otro consejo: “La mayoría de nuestros problemas son por decir sí demasiado rápido y no demasiado tarde”. Recuerda: “Piensa con la cabeza y siente con el corazón”. La Biblia dice en Jeremías 17:9, “»El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?” (NTV).

En El Tiempo Señalado

Durante repetidas ocasiones escuché de mi padre la expresión “en su debido tiempo o momento”. Esta frase siempre significaba que debía esperar. Esta frase aún resuena en mi mente cuando hay algo que sé y se dará, pero todavía no es el tiempo. Aunque nosotros pensemos que ya es el tiempo para algo, muchas veces no lo es. Las cosas se dan en el tiempo indicado y preciso según lo establecido por Dios. El tiempo no se puede ni adelantar, ni atrasar, simplemente va cursando gradualmente. De la misma manera, las cosas que vienen con el tiempo, no se pueden adelantar ni retrasar, simplemente se darán.

En el tiempo señalado vendrá lo que Dios tiene preparado para ti. Muchas veces la espera es larga, dolorosa y molesta, pero es necesaria. No es tanto la espera en sí, sino lo que Dios hace en el transcurso de la espera. Es allí donde Él modifica, amplía, confirma y de ser necesario, cambia las cosas a nuestro favor. Aunque no entendamos todo sabemos que Él está trabajando para nuestro beneficio porque conoce nuestro futuro.

Entonces, confía en Él. En el tiempo señalado, Él lo hará. La Biblia dice en Habacuc 2:3, “Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá” (NTV).

Con Lágrimas

¿Cuántas lágrimas no has derramado en tu vida? Muchas de ellas son provocadas por el dolor, la angustia, el duelo, la desesperación, la amargura, las pérdidas, la frustración y la rabia. También, algunas veces lloramos de gozo, paz, tranquilidad, reposo y por suma felicidad. Como dice una frase: “Las lágrimas no se deben guardar porque sino oxidan la vida”. Las lágrimas muestran nuestros más profundos y sinceros sentimientos. Ellas pueden ser como el rocío en la mañana. También pueden ser como la lluvia en sequedad. Ellas pueden ser manantial de vida mostrando que estamos vivos. También muestran lo débiles y lo fuertes que podemos ser.

Muchas veces las lágrimas son prueba de nuestra lucha como soldados en la batalla de la fe, como atletas en la carrera de la vida cristiana y como labradores en los terrenos por los cuales tenemos que sembrar. Las lágrimas son las palabras del corazón. Aunque la vida a veces es dura, esta misma trae hermosos momentos. Las lágrimas suelen ensuciarnos el rostro, pero en repetidas ocasiones, terminan por limpiar nuestro corazón.

En conclusión, aprende de todas y cada una de las lágrimas que derrames en tu vida porque detrás de cada una de ellas, hay una grata lección. La Biblia dice en el Salmo 126:6, “Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría” (NTV).

Sé Agradecido

Hay un canto cristiano antiguo muy conocido que en el coro dice: “Agradecimiento hay en mi corazón, canto de alegría elevo con mi voz, muchas son las cosas que mi Dios me ha dado y en agradecimiento le sirvo a mi Señor”. Aún en medio de los fuertes procesos, sé agradecido, porque el agradecimiento abrirá la puerta que traerá todas las demás bendiciones. Como dice una frase: “Si una persona no es agradecida con lo que tiene ahorita, difícilmente lo será cuando lo obtenga” (Frank A. Clark). 

Una actitud de agradecimiento debe tener siempre cabida en nuestra vida. Estudios demuestran que la gente agradecida es más feliz, porque en vez de preocuparse por las cosas que le faltan, agradecen por lo que tienen y logran experimentar plenitud alcanzando la madurez emocional. El desarrollar una actitud de agradecimiento nos ayuda a crecer y a trascender, porque la raíz de todo bien reposa en el principio de la gratitud. 

Entonces, ¿por qué estás agradecido hoy? Enumera la lista de las cosas por las que estás agradecido, fomenta una cultura de agradecimiento y agradécele a Dios. Saldrás totalmente reconfortado, animado y desafiado.
La Biblia dice en el Salmo 75:1, “¡Te damos gracias, oh Dios! Te damos gracias porque estás cerca; por todas partes, la gente habla de tus hechos maravillosos” (NTV).

Acción De Gracias

“Un corazón agradecido da para no volver a acordarse, pero nunca olvida algo cuando lo recibe”. Un corazón agradecido cuenta las bendiciones de Dios y al final de cuentas aunque el saldo no sea grande, siempre termina siéndolo. Un corazón agradecido no se fija en lo suyo propio, sino en el beneficio de los demás. Un corazón agradecido da las gracias en todo momento aunque no lo sienta. Un corazón agradecido aprecia lo que tiene y espera con fe lo que aún no tiene. Un corazón agradecido dice “no” a la apatía y dice “sí” a la compasión. Un corazón agradecido no guarda un archivo de lo que hace, sino de lo que puede llegar a hacer. 

Y tú, ¿cómo expresas tu agradecimiento? ¿Desarrollas la gratitud o un espíritu de queja? Todos los días deben ser un día de acción de gracias, porque el dar gracias es una acción. Entonces, lo primero que debemos hacer al levantarnos cada día es dar gracias a Dios por el regalo de la vida, por las relaciones cercanas que tenemos, por los recursos que poseemos y por los que aún no tenemos. Debemos dar gracias por las luchas, porque sin ellas, no seríamos fuertes. Debemos dar gracias por el dolor, porque sin él, no conoceríamos la sanidad ni la tranquilidad. Debemos dar gracias por la intranquilidad, porque en medio de ella conocemos la paz.

¿Por qué puedes dar gracias a Dios hoy? La Biblia dice en 1 Tesalonicenses 5:18, “Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús” (NTV).

Conchas En El Mar

La naturaleza nos enseña grandes lecciones acerca de la vida. Una simple caminata por la playa nos muestra la grandeza del imponente océano creado por Dios. Las grandes olas y los vientos impetuosos crean un ruido espectacular que con solo cerrar los ojos producen un sentimiento de tranquilidad indescriptible. Una de las cosas increíbles que se puede observar al caminar sobre la arena son los residuos e innumerables conchas y caracoles marinos que son expulsados hacia la arena. Algunos de estos caracoles tienen hermosos diseños llenos de diferentes colores y formas. 

Lo interesante es que muchas de las conchas no tienen ese color adentro del agua ni se miran de la misma manera. Cuando el organismo interior muere, las olas del mar suelen expulsarlas en ciertas temporadas del año. Todas estas moléculas internas van creciendo y creando la belleza exterior de las conchas que vemos en la arena. Algunas de ellas lucen mucho más hermosas a la luz del sol y estando muertas, ¿por qué? Porque hay belleza aún en la muerte de estos seres vivientes. 

Un simple ejemplo de la naturaleza nos puede enseñar que “a veces es bueno morir para mostrar lo mejor de nosotros”. ¿A qué debemos morir aunque estemos vivos? Qué tal si morimos a nuestro egoísmo. Al igual que las conchas, luciríamos relucientes aun en medio de la arena de la vida. 

La Biblia dice en 2 de Corintios 4:11, “Es cierto, vivimos en constante peligro de muerte porque servimos a Jesús, para que la vida de Jesús sea evidente en nuestro cuerpo que muere” (NTV).

Caminar En La Luz

¿Qué difícil es caminar en la oscuridad? ¿Qué difícil es manejar por un camino totalmente oscuro? La oscuridad en sí trae consigo sentimientos de temor, ansiedad, inseguridad e incertidumbre. El caminar en oscuridad nos puede llevar a tropezarnos, caernos y lastimarnos. El caminar en la oscuridad nos puede conducir a un gran abismo donde pudiésemos caer sin salir ilesos. El caminar en la oscuridad puede conducirnos hasta la misma muerte.

Martín Luther King Jr. dijo: “Cada hombre debe decidir si va a caminar en la luz del altruismo creativo o en la oscuridad del egoísmo destructivo”. Pero, ¿cómo andamos en oscuridad espiritualmente hablando? Andamos en tinieblas cuando no reconocemos a Dios ni decidimos seguirlo. Andamos en oscuridad cuando aún conociendo de Dios, optamos por vivir en desobediencia y rechazando todo tipo de luz que quiera alumbrar en nuestra oscura terquedad y pecado. 

Debemos recordar que en los momentos más oscuros, debemos centrarnos en ver la luz. Es mi oración que nuestro Dios traiga luz a tu vida con Su sol de justicia y verdad guiando tu caminar diariamente. La Biblia dice en Efesios 5:8, “8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”, (NTV).

No Hay Palabras

Muchas veces las palabras se agotan o no alcanzan para decir lo que sentimos o pensamos. En otras ocasiones, hay momentos donde no hay palabras para comunicar lo que nos pasa o lo que sucede a nuestro alrededor. En ocasiones, preferimos callar, pero en otras, preferimos enumerar las grandes cosas que nos llegan a pasar. Es así como recuerdo el canto que dice: “Hay momentos que las palabras no alcanzan para decirte lo que siento a ti mi buen Jesús”. Más adelante, el mismo canto nos recuerda que aunque se nos puedan acabar las palabras, lo que sí podemos hacer es “agradecer” a Dios por todo lo que ha hecho, por todo lo que hace y por todo lo que hará. 

De modo que cuando no hay palabras, siempre puede haber una palabra de agradecimiento ya que esta no nos enfoca en el porqué, sino en el para qué de cada situación que surge en nuestra vida. Una palabra de agradecimiento siempre nos llevará a buscar y a conocer más de cerca la voluntad de Dios para nuestras vidas. 

Por lo tanto, si ya no tienes palabras, solo “da gracias”, ya que además de ayudarte a desarrollar una mejor actitud para encarar la vida, te ayudará a buscar, discernir y vivir en la voluntad de Dios. La Biblia dice en 1 Tesalonicenses 5:18, “18 Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús” (NTV)

Premios

El mundo está lleno de premios. Desde el niño que desea ganar la medalla de asistencia perfecta al final del año escolar, como el corredor que desea ganar la medalla de oro por la que tanto ha entrenado. Desde el trabajador que desea ganar el viaje de sus sueños al alcanzar las ventas propuestas, como el niño que desea ser premiado por su buen comportamiento. La verdad es que todos, de alguna u otra manera, pensamos en una recompensa. 

La Palabra de Dios está impregnada de episodios donde se ilustra este principio. Por ejemplo, el apóstol Pablo en 1 de Corintios 3, usa metáforas para ilustrar la unidad de la iglesia con las recompensas eternas. Él usa la metáfora del agricultor y la metáfora de la arquitectura. En resumidas cuentas, se menciona que como sembremos y construyamos seremos evaluados por Dios. Como hayamos usado lo que Dios nos ha dado va relacionado con las recompensas y premios que recibiremos. Este es un principio de mayordomía para toda la vida. Pero , ¿qué nos ha sido dado para servir? La gracia, el amor, los dones, los talentos, las habilidades, el tiempo, los recursos tangibles y el Espíritu Santo. 

Si el juicio del tribunal de Cristo fuese hoy, ¿cómo responderías al Señor? Decide ser fiel con todo lo que tienes desde hoy. La Biblia dice en 1 de Corintios 3:8b, “8 El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo” (NTV).

Agradecido

Una vez leí la siguiente frase: “Entre más agradecido seas, más cosas que agradecer te llegarán”. Estoy en total acuerdo con estas palabras porque la gratitud se da cuando la memoria se almacena en el corazón y no en la mente. Como dicen por ahí: “La gratitud es la clave que convierte los problemas en bendiciones y lo inesperado en regalos”. El desarrollar una cultura de agradecimiento es de beneficio para la vida física, emocional y espiritual.

Cuando no somos agradecidos mostramos un sentido de autosuficiencia, orgullo y apatía. Solemos pensar que somos merecedores de todo y que no necesitamos de nada ni de nadie. Sin embargo, está comprobado psicológicamente que aquel que fomenta un sentido de agradecimiento goza de una mejor salud y tiene más oportunidades para ser exitoso en la vida.

El agradecimiento va conectado con la felicidad porque no son las personas felices las que son agradecidas, en cambio, son las personas agradecidas las que son felices. El día de hoy doy gracias a Dios por todas Sus bendiciones y doy gracias a aquellas personas que hacen mi carcajada más sonora, mi sonrisa más brillante y mi vida mucho mejor. La Biblia dice en 1 de Corintios 15:57, “57 ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!” (NTV).