¿Has estado sin motivación? ¿Te han faltado las fuerzas? ¿Te has sentido que no puedes continuar? ¿Has perdido la motivación que te levantaba a diario para enfrentar la vida? Estadísticamente todo ser humano llega a perder la motivación bien sea por su estado emocional, por alguna dolencia física o por su falta de vida espiritual. La falta de motivación es parte de la vida, sin embargo, no debemos ni subestimarla y sobrestimarla. Entonces, ¿qué debemos hacer?
Debemos evaluar las causas de nuestra falta de motivación. Si es de índole físico, debemos tratarlas médicamente. Si son de índole emocional, debemos buscar asesoría con un profesional y si son de índole espiritual, podemos venir a Dios en cualquier momento. Él desea darnos las fuerzas, proveernos el entendimiento, sustentarnos y dirigirnos en cada momento.
Así que si te encuentras sin motivación, ven a Dios en oración. Él puede restaurarte, proporcionarte la motivación que necesitas y mantenerte firme en la carrera que tienes por delante. La Biblia dice en Deuteronomio 31:6, “6 ¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará”. (NTV)