Esperar Para Comenzar

Un día leí la siguiente frase y la anoté: “No esperes que las condiciones sean perfectas para comenzar. Comenzar hace que las condiciones sean perfectas”. Me gustó esta frase porque muchas veces esperamos a que todo este en su lugar para emprender algo, pero la Biblia no lo enseña así. El libro de Génesis nos relata que Dios creó todo del desorden. Él creó todo de lo que solía ser desordenado y vacío. Fue así como formó todo lo que existe en esta bella creación.

De modo que hay que comenzar y trazarse algunas metas, porque una meta sin un plan es un simple deseo. Debemos concentrar nuestro esfuerzo no en la lucha en contra de lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo. Dios nos recuerda que hay algo hermoso en la oportunidad de reescribir nuestro futuro. Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre, pero a menudo solo miramos la puerta que se cerró y no vemos la que se ha abierto para nosotros. Así que no esperes tanto para comenzar en lo que has soñado, pensado y anhelado.

Por favor pasa de la ilusión a la acción. Recuerda que de la mano de Dios, lo mejor está por venir. La Biblia dice en el Salmo 40:3, “Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados; pondrán su confianza en el Señor” (NTV).

Detrás Mío

Un joven pasó de largo por la puerta al entrar a una tienda llevando en su mano la pelota de softball que había comprado mientras sus amigos le esperaban en el parque para su juego. Estaba tan de prisa que no se dio cuenta de la señora que venía detrás de él. Ella traía a un bebé en una mano y muchas bolsas en la otra. El joven no detuvo la puerta al salir y le pegó directamente a la mujer haciéndole caer todas las bolsas que cargaba. Cosas como los biberones del bebé, diminutos juegos, pañales y diferentes artículos salieron volando hasta la calle. El bebé comenzó a llorar asustado y el joven volteó rápidamente diciéndole a la mujer: “perdón, no sabía que venía detrás mío. La señora le dijo: está bien, algunas veces yo tampoco presto atención”.

El joven ayudó a la mujer a recoger todas sus cosas. Al recogerlas, el joven pensó en la frase, “algunas veces yo tampoco presto atención”. Él se puso a pensar en las innumerables ocasiones que no prestaba atención en su vida diaria. Pensó en que pudiera haber dejado que la mujer pasara y nada de esto hubiese pasado. ¿Cuántas veces nos pasa lo mismo en nuestra vida cotidiana? ¿Cuántas veces nos pasa lo mismo en nuestra vida espiritual al no prestar atención a Dios?

Debemos prestar más atención a nuestros alrededores para ayudar a otros. Pero también debemos estar alerta a la voz de Dios. Probablemente Él nos abre la puerta muchas veces y nosotros no queremos entrar. La Biblia dice en 1 de Tesalonicenses 5:6, “Así que manténganse en guardia, no dormidos como los demás. Estén alerta y lúcidos”, (NTV).

Dios No Se Desespera

Un día recibí temprano en la mañana la siguiente frase de la cual tomé nota: “Dios no se desespera, Él hace las cosas con calma. El necio se desespera, el sabio mantiene la calma”. Me quedé pensando en cuántas veces actuamos como necios al desesperarnos y no hacer las cosas con calma. Debemos recordar como dice otra frase: “Un hombre en calma es como un árbol que da sombra. Las personas que necesitan refugio se acercan a él”.

Nada sacamos con desesperarnos. Bueno, sí hay algo que suele suceder y es que nos enfermaremos fácilmente. La desesperación es todo lo opuesto a esperar. En su forma más simple, la desesperación es una muestra de que tenemos problemas con saber esperar. ¿Se te dificulta esperar? Creo que en la sociedad en la que vivimos a muchos de nosotros nos cuesta esperar. No queremos esperar en la fila del banco, de un puente, en una oficina del doctor y en muchas situaciones de la vida diaria. Sin embargo, el sabe esperar es de suma importancia.

Como dicen por ahí, en la espera tenemos tres opciones: “Dejar que nos marque, dejar que nos destruya o dejar que nos fortalezca”. Y tú ¿actúas como sabio o como necio en tu espera? La Biblia dice en Isaías 30:18, “Así que el Señor esperará a que ustedes acudan a él para mostrarles su amor y su compasión. Pues el Señor es un Dios fiel. Benditos son los que esperan su ayuda” (NTV).

El Secreto De Cerrar La Puerta

¿Cuántas veces has literalmente cerrado alguna puerta? Desde el joven que cierra con enojo su cuarto para excluirse en su mundo y en su propia realidad, como aquellos que cierran la puerta para una reunión importante y poder concentrarse en los temas que se han de tratar. Algunas veces hemos cerrado la puerta consciente o inconscientemente. Otras veces a propósito para que no nos vean o para excluir a alguien que no queremos y entre particularmente en donde estamos. Pero, ¿qué decir de las puertas que nos cierran a nosotros? Aquellas que queremos abrir y nadie suele abrirlas. Es decir, las oportunidades por las cuales “tocamos a la puerta” pero parece que nadie sale a abrirla. 

A lo largo de la vida aprendemos que hay puertas que se abren sin siquiera intentarlas abrir. En cambio hay otras que aunque se traten de abrir, nunca se abren. Hay puertas que abrimos deliberadamente y hay otras que cerramos porque si no lo hacemos, lo que entra puede hacernos mucho daño. En cierta manera, la vida es un abrir y cerrar de puertas. 

Sin embargo, hay una puerta que es necesario cerrarla para crecer espiritualmente. Esa es la puerta que deja afuera las distracciones mientras oras a Dios. Cuando cierras la puerta de tu habitación para entrar con Dios en oración, Él abre las ventanas de los cielos y los portones de bendición. La Biblia dice en Mateo 6:6, “Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará en público”, (NVI).

No Todo Lo Que Sientes Es Correcto

Muchas veces pensamos que lo que sentimos es correcto, pero la Biblia dice que nuestro corazón es engañoso (Jeremías 17:9). Por lo tanto, aprender a manejar lo que sentimos es clave para la paz mental. Déjame compartirte porqué debemos aprender a lidiar con los sentimientos. 

Primero, nuestras emociones no son confiables. Nuestros presentimientos e intuiciones son a menudo erráticos. Las emociones nos llevan a un callejón sin salida. Así que, no podemos depender de lo que sentimos. En segundo lugar, nuestras emociones tienden a manipularnos. En otras palabras, si tu no controlas tus emociones, ellas te controlarán a ti y serás controlado por tus estados de ánimo causando estragos en tu vida. 

Tercero, debemos aprender a controlar nuestras emociones para agradar a Dios ya que Él no puede gobernar tu vida si las emociones te gobiernan. Por último, si controlas tus sentimientos podrás tener éxito en la vida porque la mayor parte de las cosas en la vida se hacen por convicción y no por emoción. La Biblia dice en Proverbios 5:23, “(Gente) Morirá por falta de control propio; se perderá a causa de su gran insensatez” (NTV).

¿Desconfiado?

Hay un dicho que dice: “Yo no confío ni en mi propia sombra”. ¿Eres de aquellos que son súper desconfiados(as)? La desconfianza es un sentimiento de duda hacia alguna persona o cosa. En su definición más simple, la desconfianza “es la falta de confianza”. Cuando confías en alguien, crees en esa persona. En cambio, cuando desconfías de alguien es porque dudas de él o de ella. De la misma manera sucede con los procesos y sistemas. Si no confías en algún proceso o sistema, serás apático, escéptico y crítico de todo lo que se pueda presentar. Cuando no se logra confiar, todo se pone bajo tela de juicio. Por lo tanto, donde no hay confianza, se carece de armonía y de paz. 
La verdad es que aunque confiemos plenamente en alguien o en algo, de alguna manera saldremos defraudados. Sin embargo, no podemos dejar de confiar y esperar lo mejor de los demás. Una vez escuché tres pasos para confiar más que me llamaron la atención: 1. No seas egoísta, ya que no lo sabes todo, ni podrás sólo. 2. Confía en aquellos con los que tienes alguna relación. 3. Recuerda que así como te defraudan, tú también defraudarás a otros. Por lo tanto, no dejes de confiar. Sobre todo, confía en Dios. Él nunca te decepcionará, ni te defraudará.  La Biblia dice en Isaías 26:3, ¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos! (NTV)

¿Ansioso?

¿Alguna vez has sentido ansiedad por algo en tu vida? La ansiedad es algo con lo cual todas las personas hemos lidiado en algún momento. Hay niveles de ansiedad que son normales en el ser humano. Sin embargo, cuando estos no se manejan bien, pueden repercutir en un desorden físico, psicológico, mental y hasta espiritual. 

Los desórdenes mentales causados por la ansiedad afectan a más de 60 millones de personas adultas mayores de 18 años en los Estados Unidos. Los números se están incrementando cada vez más en los niños y en los jóvenes. Por ejemplo, se calcula que más del 35% de la población en este país está enfrentando problemas severos de ansiedad. Como si esto no fuese suficiente, dichas estadísticas incrementaron exuberantemente después de la pandemia. No obstante, queramos o no, lidiamos con esta psicopatología a diario. La ansiedad llega a todas las edades, estratos sociales y culturas. 
Aunque no hay una receta única y mágica para la ansiedad, sí hay una manera de combatirla efectivamente. Se llama: oración. Entonces, ¿Deseas ser menos ansioso? Ora más. La oración suele ser eficaz en los momentos de suprema ansiedad. La Biblia dice en Filipenses 4:6,No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho”. (NTV) 

La Fiesta

En nuestra cultura latinoamericana las fiestas son muy comunes. Somos bien fiesteros. Hacemos fiestas por cumpleaños, aniversarios, encuentros familiares y de amistades, conmemoraciones de fechas especiales, etc. A nivel general, cada uno de nuestros países hospeda fiestas regionales en diferentes lugares conocidos como festivales que convocan a toda la población hacia un tiempo de celebración. 

Las fiestas tienen una connotación especial y es que celebran o conmemoran una fecha, ocasión o temporada para nuestras vidas. La Biblia registra algunas celebraciones especiales como la fiesta de la Pascua, de los panes sin levadura, las primicias, la celebración del pentecostés, entre otros. 
Sin embargo, la fiesta más hermosa es registrada en la Biblia por parte de Dios. Se nos dice que hay fiesta en el cielo cuando un pecador de arrepiente. ¿Te imaginas una fiesta en el cielo? Si aquí se ponen muy buenas las celebraciones, no me quiero imaginar cómo lo será en el cielo. Lo más hermoso es que Dios celebra el arrepentimiento de Sus hijos(a). Y tú, ¿ya has sido motivo de esa celebración en el cielo? ¿Te has arrepentido? ¿Qué esperas? La Biblia dice en Lucas 15:7,De la misma manera, ¡hay más alegría en el cielo por un pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve justos que no se extraviaron!”. (NTV) 

Sin Condición

“Sin condición alguna”, fue el rótulo que leí antes de entrar a la oficina de un amigo hace algunos años. Me llamó la atención y le pregunté el porqué de dicho mensaje al entrar a su oficina, ya que era conocido como un empresario exitoso en esa ciudad. Él me comentó: “Rolando, sin condición alguna Dios me aceptó cuando estaba totalmente perdido y por eso ese es el primer mensaje que debo leer cada día al entrar a este lugar. He entrado queriendo desistir, queriendo terminar con todo esto, queriendo huir, pero muchas veces sólo con leer este mensaje recuerdo que Dios me ama y me acepta sin condición alguna. Este mensaje me ha mantenido en las buenas y en las malas y como tiendo a olvidarlo, lo he puesto al frente de mis propios ojos”. 


¡Qué verdad más grande y especial! Dios nos ama sin condición alguna y no hay nada que nos haga apartar de Su amor. Su amor es real y el acercarnos o alejarnos de esta verdad sí es nuestra decisión. De modo que, ven a Él sin condiciones. Dios Padre siempre espera por ti y por mí. Regresa a esta preciosa verdad. La Biblia dice en Lucas 15:20, 2420 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse”. (RV1960) 

Pérdidas Como Ganancias

“Nuestras pérdidas pueden contarse como ganancias”, ¿Lo habías pensado de esa manera? Usualmente las pérdidas acarrean en sí un sentimiento de duelo, desánimo y hasta desilusión. Sin embargo, las pérdidas también pueden ser ganancias cuando lo que perdemos nos permite ganar otra perspectiva, planear de nuevo, reiniciar una y otra vez, retomar con más fuerzas y recibir ganancias que nunca hubiésemos recibido sin la pérdida inicial. 

Por ahí dicen que el que no arriesga, nunca gana y aunque este dicho no se puede aplicar para todo en la vida, sí es muy real. El día de hoy evalúa tus pérdidas, aprende de cada una de ellas, reconoce si estas en un proceso de duelo, prosigue hacia una sanidad emocional y comienza de nuevo. 
Dios nuestro Padre, perdió a Su Hijo Jesús en la cruz del calvario. Por esa pérdida súbita, tergiversada y horrífica, se ganó mucho más. Por esa pérdida ahora tenemos la posibilidad de una nueva vida y una vida en abundancia. De modo que la pérdida llegó a ser una gran ganancia. En la vida cristiana puede ser así. El apóstol Pablo entendió este principio al decir en Filipenses 3:8,Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”. (RV1960)