Mejorar La Actitud Es Mejorar La Vida

¿Cómo puedo mejorar mi vida me pregunto un joven el otro día? Rápidamente le respondí diciendo: Al mejorar tu actitud. Creo firmemente que cada ser humano puede mejorar su vida mejorando su actitud, porque de todas las cosas que llevamos puesta, nuestra actitud es la más importante.

La actitud parece ser una pequeña cosa, pero marca una gran diferencia. Como bien lo leí un día: Nuestra actitud hacia la vida determina la actitud de la vida hacia nosotros. De modo que, si aprendemos a cambiar nuestra actitud, habremos creado uno de los mejores hábitos que nos puede ayudar en nuestra vida. El predicador Charles Swindoll comentó en uno de sus libros que la actitud lo es todo en la vida porque es un 10% lo que te pasa y un 90% el cómo reaccionas. Esta es una gran verdad. Muchas de las problemáticas y dilemas con los que lidiamos en la vida tienen que ver con la manera como reaccionamos a las cosas que nos pasan.

Así que si mejoras tu actitud mejorarás tu calidad de vida. ¿Deseas hacerlo? Hoy puede ser un buen comienzo que puede traer cambios permanentes para ti y para los que están alrededor tuyo. La Biblia dice en Filipenses 2:13, “13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad (RV1960)

Manejando Tus Deudas

Thomas Carlyle dijo: “Solo hay dos medios de pagar las deudas: por el trabajo y por el ahorro”. Dios espera que cualquiera que tome dinero prestado sea respetuoso con su prójimo y le pague con diligencia. Al retener lo que se debe legítimamente, somos culpables de robar al prestamista, lo que puede influir en nuestro testimonio para Cristo. Dado que el incumplimiento de un préstamo es grave y puede arruinar las relaciones, debemos salir de las deudas de manera responsable y no endeudarnos.

Tal vez te encuentres en esta situación. Pero, por desalentadora que parezca la tarea de reducir tus deudas, Dios quiere que seas libre de ellas y te mostrará el camino. Sin embargo, por lo general no es una solución rápida, sino un enfoque lento y constante que te preparará para que evites endeudarte en el futuro. Reconoce que no has sido un buen administrador de tu dinero, comprométete a hacer cambios que signifiquen un sacrificio y trabaja para llegar a tu meta. Pero sobre todo, confía en el Señor, pues Él será fiel.

¿Te parece que tu montaña de deudas es más grande que tu Padre celestial Todopoderoso? Quienes acuden a Dios con arrepentimiento y entrega, les dará los recursos necesarios, así como la perseverancia para pagar lo que adeudan. La Biblia dice en Romanos 13:8, “8 No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios” (NTV).

Después Del Fracaso

¿Qué pasa después del fracaso? Tú y yo nos equivocamos en repetidas ocasiones. Aunque no estamos llamados a vivir con la culpa, sí tenemos que lidiar con las consecuencias de nuestros errores. La Palabra de Dios no esconde los episodios cuando sus héroes dolorosamente fracasaron. Por ejemplo, Dios salvó al mundo del diluvio a través de un hombre llamado Noé quien se emborrachó, desnudó y arruinó todo. Moisés guío al pueblo de Israel hacia la libertad del cautiverio en Egipto, pero su enojo evitó que entrara a la tierra prometida. El rey David fue un hombre conforme al corazón de Dios, pero también falló teniendo una aventura y asesinó al esposo de la mujer para no ser descubierto. 

De modo que Dios conoce nuestras debilidades. Si Él solo usara a personas perfectas, la Biblia sería un libro muy corto. Sin embargo, Él tiene una solución para nuestros fracasos y se llama “gracia”. Si buscamos los fracasos en la Biblia, nos llevamos una clara imagen de que tú y yo somos trofeos de la gracia de Dios. Solo podemos tener ese regalo inmerecido. Así que no se trata de los errores, sino de cómo los enfrentamos. ¿Los confiesas? ¿Te lamentas o te deleitas en la gracia de Dios?

Dios cambia nuestros fracasos en triunfos. La gracia de Dios nos perdona y nos da la fuerza para poder comenzar. La Biblia dice en Colosenses 2:14, “Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz” (NVI)

El Trabajo De Dios

Muchos de nosotros aunque no somos expertos en el arte, hemos aprendido a reconocer el trabajo de algunos artistas. Por ejemplo, usualmente puedo reconocer una pintura de Picasso, Salvador Dali, Vincent Van Gogh, Rembrant, entre otros. Aún cuando no estoy seguro y alguien me dice quién es el pintor, yo respondo: “Ah, sí, tiene su toque personal”.

¿Sabías que las obras de Dios tienen características distintivas como las de los artistas? Sus obras siempre son definidas por amor, compasión, justicia y verdad. Esto significa que las obras de los cristianos deben emanar las mismas características.

Dios nos ha pedido que le mostremos al mundo cómo es Él. Vivamos nuestras vidas de tal manera que las personas puedan ver las obras de Dios a través de nosotros. La Biblia dice, “14 »Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. 15 Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. 16 De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial”, (Mateo 5:14-16, NTV).

Raíces

Se dice que “ la belleza de una flor depende de sus raíces”. Yo diría que “la belleza del ser humano depende de sus raíces”. No hay árboles sin raíces y no hay fruto bueno si no hay raíces buenas. Así que las raíces son muy importantes. 

El olvidarnos de nuestras raíces sería pretender dar y ser algo que no somos. Así que, valora tus raíces. No hay una coincidencia que hayas nacido donde naciste y que hayas crecido donde creciste y con quienes viviste. Todo esto es parte de lo que eres hoy. Aunque quieras negarlo u olvidarlo, es parte de ti y siempre irá contigo donde quiera que vayas. 

Yo digo que “el olvidarnos de nuestras raíces, es olvidarnos de quienes realmente somos” y “el que no sabe de dónde viene, no sabe para dónde va”. Así que valora tus raíces, aprende de otros y enriquecerás tu vida. Llegarás a lugares que nunca has planeado estar y conquistarás cosas que nunca has pensado conquistar. Pero, siempre recuerda de dónde vienes. El día que se te olvide, perderás la dirección y no darás buen fruto.
La Biblia dice, “Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza.8 Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto” (Jeremías 17:7-8, NTV).

Esperar Cambios Haciendo Lo Mismo

Hay una frase muy famosa que dice: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Aunque se le ha atribuido esta frase a Albert Einstein o a otros famosos en la historia, no se ha podido comprobar a bien a ciertas si les pertenece o no. Lo que sí es verídico es su significado. Lo más irónico del asunto es que todos hemos experimentado esta frase en nuestro diario vivir. Muchas veces esperamos cambios cuando no hacemos nada al respecto. 

Entonces, ¿qué debemos hacer? Lo primero es reconocer que algo no está funcionando. En segundo lugar, debemos estar dispuestos a gestionar algunos cambios, y en tercer lugar intentar implementar dichos cambios por un corto periodo de tiempo para poder experimentar de primera mano resultados diferentes. Por último, debemos recordar que aunque los cambios puedan ser desafiantes, esperar cambios haciendo siempre lo mismo es casi un milagro. 
Entonces, deseas ver cambios. Haz algo diferente desde el día de hoy. La Biblia dice en Romanos 12:2, “ No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta” (NTV)  

Tú Eres Mi Todo

“Tú eres mi todo y sólo a ti te pertenezco”. Eres mi profundo amor quien sacia mi sed infinita. Esta parece una frase romántica, pero es una frase que escuché el otro día en una canción cristiana dirigida a Dios. Habla de que Dios es el único que puede saciar nuestra sed de amor. Él es infinito, majestuoso y poderoso. No hay nada ni nadie que se compare con Él.

El rey David y muchos salmistas hablaron de la sed que tenían de estar en la presencia de Dios. Muchas veces nuestra sed física no se sacia a no ser que tomemos agua. Podemos tomar refrescos, comer un delicioso helado, un granizado, o una rica paleta. Aunque todas estas opciones frías tratan de saciar nuestra sed, lo que hacen es saciar nuestro antojo por algo frío. Sin embargo, lo único que nos puede saciar la sed es el agua. De la misma manera nos ocurre en nuestra vida espiritual. Él único que puede saciar verdaderamente nuestra sed es Jesús.

¿Con qué o con quién estás tratando de saciar tu sed emocional y espiritual? ¿Todavía tienes sed? Te recomiendo para que juntos tomemos del agua de vida que nos ofrece el Señor Jesús. La Biblia dice en el Salmo 42:2, “Tengo sed de Dios, del Dios viviente. ¿Cuándo podré ir para estar delante de él?” (NTV)

La Fragilidad De La Vida

Cada día que pasa nos damos cuenta de lo frágil que es la vida. Aunque la juventud o la niñez parecen ser promisorias de un gran futuro, aún dichas etapas pueden terminar abruptamente. La condiciones de vida nos hacen pensar que viviremos muchos años, sin embargo, queramos o no, nuestros días y los propósitos en cada uno de ellos están contados.

Entonces, debemos entender que la fragilidad de la vida se debe convertir en nuestra fortaleza para enfrentar cada día de la mejor manera posible. En cierta instancia, todo lo que tenemos es el hoy. ¿Qué estamos haciendo? ¿Estamos aprovechando bien el tiempo y cada una de las oportunidades? ¿Estamos invirtiendo bien en nuestras relaciones? ¿Estamos gozando de los beneficios de una vida plena y llena de significado? Si no es así, es tiempo de comenzar a hacerlo.

Si lo que tenemos es el hoy, entonces, ¿qué esperamos? Hagamos lo mejor hoy, porque el mañana es incierto. La Biblia dice en 1 Pedro 1:24, “Como dicen las Escrituras: «Los seres humanos son como la hierba, su belleza es como la flor del campo. La hierba se seca y la flor se marchita” (NTV)

Tráfico

“Qué tráfico tan pesado, frustrante y desafiante” fueron las palabras que recurrentemente escuché durante un reciente viaje misionero a un continente lejano. La verdad es que las distancias eran cortas pero el tráfico consistía de camiones, carros, motos, personas, animales y todo lo que se podía atravesar haciendo de un trayecto corto, un trayecto demasiado largo y cansado. Lo mismo pasa cuando hay una gran conglomeración de vehículos y personas en las ciudades más grandes del mundo. El transportarse de un lugar a otro se torna en una experiencia inolvidable.

Esto me puso a pensar en el “ tráfico” que tenemos en nuestra vida. Muchas veces tenemos claro para dónde vamos, por dónde nos iremos y cómo llegaremos a las metas y propósitos que nos hemos propuesto. Sin embargo, “el tráfico” que experimentamos es mucho y parece que nos cuesta llegar. Tenemos innumerables problemas que producen tráfico en nuestra vida física, emocional y espiritual. Piensa en qué es lo que te está causando desviarte del propósito de Dios para ti y has lo siguiente: corta el tramo, evade los obstáculos y no desistas antes de llegar. Dios está contigo. La Biblia dice, “Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán”, (Isaías 43:2, NTV).

El Mundo Que Hemos Creado

¿Has escuchado del concepto de una realidad distorsionada? Se refiere a la realidad ficticia que crea el ser humano en su idealismo por querer vivir en una realidad que no es la suya. Es pensar en lo ilógico y alimentar pensamientos que en su mayor parte no se llevarán a cabo. También es distorsionar la realidad en la que se vive bien sea con un optimismo extremo, ignorando las amenazas presentes o con un pesimismo fuerte donde no se aprecia ni acepta la verdadera realidad. ¿Has conocido a alguien o has vivido en una realidad distorsionada en algunas etapas de tu vida? 

En cierta instancia, estamos viviendo en el mundo que hemos creado con nuestros pensamientos, palabras y acciones. Las preguntas que surgen son ¿qué alimenta nuestros pensamientos? ¿cuáles son las palabras que muestran lo que hay en nuestro interior? ¿cuáles son las acciones que definen lo que somos? Las respuestas a estas preguntas nos ayudan a entender el mundo que nosotros mismos hemos creado. Te has preguntado ¿cuál es el mundo que Dios ha diseñado para ti?
Esto tiene que ver con la voluntad de Dios. Busca Su voluntad y tu realidad será mucho mejor que la que tú mismo has creado. Su voluntad es buena, agradable y perfecta. Dios te guíe y te de entendimiento. La Biblia dice en Proverbios 1:7 , “El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina” (NTV).