Él Es Tu Defensa

¿Qué haces con las personas que te atacan? Se requiere de mucha fe y humildad para descansar y confiar en Dios cuando estás bajo ataque, cuando te mal entienden y cuando esparcen rumores acerca de ti. Cuando esto sucede, todo tu interior se quiere levantar y hacer algo al respecto. No obstante, confía en Dios como tu defensor y deja que Él trate con ellos.

El rey David sabía lo que significaba ser atacado. Él fue ungido cuando joven por el profeta Samuel para ser el rey de Israel, aún cuando Saúl seguía siendo rey. A pesar de que David le servía lealmente, Saúl estaba celoso y decidió matarlo. David se tuvo que esconder en cuevas mientras era difamado por todo el reino. Sin embargo, David nunca tramó venganza ni replicó quejándose ante Dios. Al contrario, él le dijo al Señor: “Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos” (Salmos 23:5). ¿Suena como que David estaba estresado? ¡No! Él no tuvo que invertir sus energías defendiéndose porque confiaba en Dios como su defensor.

Dios no solo quiere defenderte, sino tener un compañerismo contigo. Mientras estamos en la batalla, Él prepara un banquete para nosotros. Es una fiesta en la zona de combate. Es un banquete en el campo de batalla. Él es tu Padre, tu amigo y tu defensor. La Biblia dice en Cantares 2:4, “Él me escolta hasta la sala de banquetes; es evidente lo mucho que me ama” (NTV).

Cerrar Ciclos

“Lo que dejas inconcluso en tu pasado, se vuelve la pesadilla de tu presente”. El no cerrar ciclos parece ser una tendencia humana. No queremos dejar el pasado atrás, ni mucho menos a las personas, las situaciones o condiciones que lo pudieron haber hecho hermoso o desafiante. Muchas veces se vive en una realidad distorsionada del ayer, inhibiendo lo maravilloso del presente y lo esperanzado que pueda ser el futuro. Tan importante es saber lo que queremos como lo que ya no, porque sabiendo cerrar ciclos, uno toma decisiones conforme a la etapa que se vive y sobre los objetivos que se persiguen. 

Debemos recordar que atrás de todo gran logro hay muchas horas de trabajo, esfuerzo, incomprensión, altos y bajos, pequeños logros, grandes fracasos, personas que nos motivan y otras que no. El común denominador es la constancia, la paciencia y la esperanza cuando la cosecha tarda en producir lo sembrado. Así que, por más que no quieras, ya el tiempo pasó, se cerró y se vivió, de modo que, hay que cerrar ciclos. 

Por lo tanto, irse de algunos lugares, también es cuidarse. Alejarse de algunas personas, también es protegerse. Cerrar algunas puertas, también es quererse. En conclusión, cierra círculos y permite la ayuda de Dios en este proceso. La Biblia dice en 2 Corintios 4:17, “Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!” (NTV).

El Verdadero Valiente

“El verdadero hombre valiente no es el que no tiene miedo, sino el que conquista el miedo”. Dios está contigo como poderoso gigante. La valentía es entrar como guerrero en una batalla donde no estás seguro de ganar. La valentía es ser el único que sabe que tienes miedo en el frente de batalla. La seguridad viene del valor que le das a tu mente y a tu corazón. Se dice que: “La valentía es una de las más importantes virtudes, porque sin la valentía, no puedes practicar ninguna otra virtud consistentemente”.

Nelson Mandela dijo: “Aprendí que el coraje no es la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo”. La Palabra de Dios está llena de promesas de la fortaleza que proviene de Dios. Dice que el gozo del Señor es nuestra fortaleza, que Él es nuestra roca firme, que nos esforcemos y que seamos valientes, que no temamos ni desmallemos porque Él está con nosotros. Nos dice que Él fortalece nuestras rodillas endebles. Nos promete sostenernos con Su diestra y mantenernos en Su gracia. Solo en Él podemos decir que somos fuertes y valientes, aunque en sí, nos sintamos débiles.

La Biblia dice en Jeremías 20:11, “No obstante, el Señor está a mi lado como un gran guerrero; ante él mis perseguidores caerán. No pueden derrotarme. Fracasarán y serán totalmente humillados; nunca se olvidará su deshonra” (NTV).

Seguir Adelante

“Seguir cuando crees que no puedes más, es lo que te hará diferente a los demás”. La persistencia es una característica de los vencedores. Hay numerosos ejemplos de seguir adelante siendo persistentes y no desesperándonos.
La empresa Coca-Cola solo vendió 400 botellas en su primer año. El famoso basquetbolista Michael Jordan fue expulsado de su equipo en la escuela preparatoria. La primer casa publicadora rechazó los escritos del Dr. Seuss por ser irrelevantes, infantiles y poco interesantes. El científico Albert Einstein no pudo hablar hasta los cuatro años de edad. Se pensaba que tenía severos problemas de aprendizaje y pudo sobrepasarlos todos convirtiéndose en uno de los científicos más prominentes de la historia. Así como estos ejemplos, hay muchos más. 

Joseph Addison dijo: “Si quieres triunfar en la vida, haz de la perseverancia tu amigo del alma, de la experiencia tu sabio consejero, de la advertencia tu hermano mayor y de la esperanza tu genio guardián”. La paciencia y la perseverancia tienen un efecto mágico ante el que las dificultades desaparecen y los obstáculos se desvanecen. No te detengas, Dios está contigo. La Biblia dice en Santiago 1:12, “Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman” (LBLA).

Todo Lo Que Necesitas

“Si Dios es todo lo que tienes, entonces tienes todo lo que necesitas”. ¿Lo tienes? Muchas personas lo tienen todo y a su vez, no tienen nada. Pasan su vida acumulando bienes, estudios, estatus, poder y fama. Sin embargo, siguen teniendo un vacío en sus corazones. 

Tratan una y otra cosa para ser felices. Buscan el afirmar su identidad en relaciones, posesiones y situaciones. Tratan de poner una cara feliz cuando por dentro se están desmoronando. Lo tienen todo, pero se sienten como si no tuvieran nada. Corren incansablemente y se cansan desmedidamente. Fallan y se levantan, pero en algunas veces, no desean levantarse. Se desviven por sus ideales, pero estos son cambiados constantemente. Son como una veleta que es arrastrada por el viento llevando la embarcación de sus vidas por un océano profundo lleno de posibilidades que se convierten en imposibilidades. 

Tienen todo lo que necesitan, pero viven con mucha necesidad. El alma de ellos gime por significado, por propósito y carece de pasión. ¿Por qué? Han buscado todo menos a Jesús. De modo que si Dios es todo lo que tienes, entonces, es todo lo que necesitas. ¡Te lo aseguro! La Biblia dice en 2 Corintios 9:8, “Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros” (NTV).

Lo Que Está Fuera De La Oración

Cuando escuché la siguiente frase, me llamó la atención: “Nada está fuera del alcance de la oración, excepto lo que está afuera de la voluntad de Dios”. Muchas veces pensamos que la oración tiene límites y en cierto sentido sí los tiene, solo cuando lo que pedimos no va de acuerdo a lo que Dios quiere para nosotros. La misma Palabra de Dios nos lo advierte cuando dice: “Y, cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones”, (Santiago 4:3, NVI) 

La oración no es un intento de hacer que Dios esté de acuerdo contigo o de que provea para tus deseos egoístas, sino que es una afirmación de Su soberanía, justicia y majestad. Es el medio para conformar tus propósitos y deseos a Su voluntad y gloria. Como dijo Charles Spurgeon: “Si Dios te amó cuando estabas lleno de corrupción, ¿no escuchará tus oraciones ahora que te ha hecho heredero del cielo?”

Por otro lado, si solo oras cuando estás en problemas, entonces, estás en problemas. Nada es muy grande o pequeño para traerlo a Dios en oración. La oración es la respuesta espontánea del corazón que cree a Dios. La oración cambia las cosas y nos cambia a nosotros. La Biblia dice en 1 Juan 5:14, “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a Su voluntad, Él nos oye” (NTV).

Cómo Manejar A La Gente Grosera

¿Cómo manejas a las personas groseras y desafiantes? Hay personas que son muy groseras y despectivas quienes menosprecian y atacan a otros sin escrúpulo alguno. La tecnología y los medios sociales han contribuido a esto. Las personas se ocultan detrás de la pantalla y dicen cosas en línea que no tendrían el valor de decirlo cara a cara a otros.

Pero ¿cómo manejar a la gente grosera? Bueno, primero, no lo hagas tú, deja que Dios los maneje y que Él sea tu defensor. El rey David fue un profesional en esto. Él sabía lo que significaba ser atacado emocionalmente, verbalmente y físicamente. Cuando era joven, Samuel lo ungió para ser el próximo rey de Israel. Sin embargo, David fue perseguido durante dos años huyendo de su predecesor, el rey Saúl, quien quería matarlo. Él se escondió en cuevas mientras era criticado constantemente a sus espaldas. Pero David nunca pronunció una mala palabra en contra del rey. Tampoco tomó represalias porque Dios lo estaba preparando para ser el rey según Su corazón. 


Se necesita de mucha fe y humildad para descansar y confiar en Dios cuando se está siendo atacado injustamente. Cuando esto sucede, confía en Jesús. Él es tu abogado quien vindicará tu vida para Su gloria. La Biblia dice en 1 Pedro 4:19, “De modo que, si sufren de la manera que agrada a Dios, sigan haciendo lo correcto y confíenle su vida a Dios, quien los creó, pues él nunca les fallará”, (NTV).

La Verdad

¡Mentiras, mentiras y más mentiras! Esto parece ser lo que aplaude nuestra sociedad hoy en día. Abundan los que mienten sin escrúpulos en todas las circunstancias. Parece que la verdad es algo desconocido o algo utópico. Sin embargo, Dios nos pide que hablemos siempre con la verdad y que andemos basados en la verdad. En otras palabras, debemos hablar con la verdad aunque algunas veces esta nos duela.

La expresión de “andar en la verdad” habla de algo más profundo que el hecho de no mentir. Habla de vivir bajo la verdad de Cristo y de practicar lo que sabemos que es verdad. Habla de una vivencia personal. Alguien dijo lo siguiente: “Es mejor quedar mal por decir la verdad, que perder la confianza de alguien por sostener una mentira”. El Señor Jesús es “la verdad” que nos ha hecho libres y andar en la verdad es andar de acuerdo a como Él andaría (actuaría). Es decir, debemos cultivar la mente de Cristo para poder andar como Él.

La verdad es incontrovertible. De hecho, la malicia puede atacarla, la ignorancia puede burlarse de ella, pero al final la verdad está allí. Solo Dios y tú mismo conocen tus verdades. Sin embargo, vive, confiesa y anda siempre en la verdad de Jesús. La Biblia dice en 3 Juan 1:4, “No hay nada que me cause más alegría que oír que mis hijos siguen la verdad”, (NTV).

De Qué Alimentas Tu Mente

Todos sabemos la importancia de la nutrición. La buena comida y las buenas calorías te hacen más fuerte y saludable, además, te dan más energía. Las malas calorías y la comida chatarra perjudican tu cuerpo. Lo mismo es verdad en tu salud mental. Debes alimentar tu mente sin basura ni veneno sino con la verdad. Si quieres una mente sana, debes alimentar tu mente con verdades. El filósofo Aristóteles solía decir: “La energía de la mente es la esencia de la vida”. En otras palabras, lo que la mente dicta maneja mucho de nuestro proceder. Una mente sana nos suele conducir a una vida sana.

Necesitas la mejor información para vivir la mejor vida que Dios quiere que vivas. ¿Cuál es la fuente de tu información? Porque lo que te informa te transforma, para bien o para mal. La mejor información se encuentra en la Palabra de Dios. Él quiere que tomes las mejores decisiones y recibas lo mejor para tu vida sin muchas equivocaciones. La única manera de hacerlo sin equivocarte es alimentándote de la Palabra de Dios a lo largo de tu día y todos los días. Debe ser una nutrición constante y muy balanceada. Te ayudará a tener energía, a evitar fatigas y hasta rejuvenecerá tu vida.

Entonces, ¿cómo puedes alimentarte hoy de la Palabra de Dios? La Biblia dice en Mateo 4:4, “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios” (NTV).

Cambia De Veras

¿Será que de veras si ha cambiado? Esa es la pregunta que nos hacemos cuando llegan noticias de alguien que dice haber tenido un cambio. Sin embargo, el cambiar quiénes somos y cómo vivimos es todo un desafío. El cambio requiere de tomar decisiones. No es suficiente con soñar y desear el cambio. El cambio es intencional. Preguntas como: ¿Voy a ser mejor dentro de un año? ¿Voy a madurar, voy a ser más fuerte o tener un mejor ritmo de vida saludable? ¿Voy a tener menos deudas? ¿Voy a parecerme más a lo que Dios quiere que sea?

Esto solo sucederá si decides cambiar. No sucederá accidentalmente. Requiere de una decisión. Muchas veces estás esperando a que Dios te cambie, pero Dios te está esperando a ti. Él está esperando que le digas: “Sí, Señor, estoy dispuesto a hacer estos cambios”. No hay crecimiento sin cambio, no hay cambio sin pérdida y no hay pérdida sin dolor. 

Es como un trapecista quien se tiene que balancear en una barra y luego se extiende para agarrarse de la otra. En algún momento tiene que soltar una barra y agarrar la otra. Quizá estás atrapado en el medio y te estás cayendo. Tienes que extenderte y abandonar la otra barra de las cosas antiguas. La Biblia dice en Efesios 4:22, “Desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño” (NTV).