El Gozo De Esperar

No conozco a muchas personas que les guste esperar. Nosotros decimos frases como: “Buenas cosas vienen para aquellos que esperan”, pero no disfrutamos el proceso de la espera. Entre más esperamos, tendemos a perder la esperanza de que algo realmente bueno pueda surgir después de una larga espera. 

Eso fue lo que le pasó a Zacarías en el evangelio de Lucas cuando se le dijo del nacimiento de su hijo Juan. Sin embargo, la espera fue larga, pero como Dios siempre cumple Sus promesas, en el tiempo indicado y preciso, su hijo Juan nació. El regalo prometido llegó. La espera anhelada se detuvo y Dios se mostró fiel una vez más.

El amor de Dios no está limitado a un evento histórico o una historia familiar como la de Zacarías. Es relevante para nosotros hoy en día. En la temporada de advenimiento y de espera, podemos esperar y confiar en el poder de Dios. Puede parecer como si Él no te hubiera escuchado o que nada parece estar pasando, pero Su presencia y Su amor son reales. Así que no te desesperes en la espera, Él siempre está ahí. La Biblia dice en Lucas 1:13, “13 pero el ángel le dijo:—¡No tengas miedo, Zacarías! Dios ha oído tu oración. Tu esposa, Elisabet, te dará un hijo, y lo llamarás Juan” (NTV).

Perseverancia

Un dicho común dice: “El que persevera alcanza”. La verdad es que el dicho tiene mucha razón. La perseverancia es considerada como una de las virtudes con las que más tiene que trabajar el ser humano. La perseverancia involucra constancia, responsabilidad, intencionalidad, puntualidad, paciencia, espera y sobre todo, mucho trabajo. 

La perseverancia es un distintivo calificativo de las personas más exitosas y progresistas que haya podido tener la humanidad. La perseverancia es necesaria en los inventores, creadores, deportistas, doctores, abogados, ingenieros, arquitectos, ministros, pastores, misioneros, maestros, etc. La perseverancia en necesaria en toda rama y área de la vida. Por ejemplo, la medicina, la ciencia, la industria, la cinematografía, las artes, la religión, etc. Nadie quien desee ser exitoso lo podrá lograr sin aplicar la perseverancia como una axioma fundamental en la vida. 
¿Qué tan perseverante eres? Así como las gotas forman un riachuelo y después un frondoso río, así también la perseverancia alcanza lo inalcanzable y lo que parece ser imposible. ¿Deseas el éxito? Sé un poco más perseverante, que como dice el dicho: El que persevera alcanza. La Biblia dice en Gálatas 6:9, “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos” (NTV)

Lanzando La Piedra

Ten cuidado con la piedra que lanzas hoy porque puede ser la misma con la que tropieces mañana. El juzgar no es una buena práctica porque pronto se arrepiente el que juzga apresuradamente. Si somos dados a juzgar a los demás es porque temblamos por nosotros mismos. En general juzgamos más por lo que vemos que por la inteligencia, pues todos podemos ver, pero pocos comprendemos todo lo que vemos. Como dicen: “Las apariencias engañan”. 

Hay una realidad en cuanto al juzgar: “Es mucho más difícil juzgarse uno mismo que juzgar a los demás”. Si logramos juzgarnos correctamente seremos verdaderamente sabios. Lo más fácil es lanzar la piedra al hablar, desmeritar o actuar en contra de otros solo por juzgar de manera repentina. Algunas veces juzgamos a otros por sus amigos y por sus enemigos, pero en realidad entre más se juzga, menos se ama. La verdad es que nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada uno sabe de su propio dolor y de su propia renuncia. El mismo Señor Jesús dijo: “El que este libre de pecado que tire la primera piedra” (Juan 8:7b).

La Biblia dice en Mateo 7:1-2, “No juzguen a los demás, y no serán juzgados. 2 Pues serán tratados de la misma forma en que traten a los demás. El criterio que usen para juzgar a otros es el criterio con el que se les juzgará a ustedes” (NTV).

Cinturón De Seguridad

Las estadísticas comprueban que el ponerse el cinturón de seguridad salva vidas. Si éste se pone de la manera correcta, puede evitar las muertes fatales de los pasajeros que van al frente hasta en un 50%. Para aquellos que se sientan en las sillas traseras, el ponerse el cinturón puede llegar a prevenir una lesión fatal hasta en un 73%. Además, se estima que más de 50,000 muertes en Estados Unidos se otorgan a la falta de usar el cinturón de seguridad. También se afirma que aproximadamente $20 billones de dólares están envueltos en los costos de estos accidentes anualmente. ¿Por qué? Simplemente por no ponerse el cinturón de seguridad.

En nuestra vida, debemos ponernos diferentes cinturones de seguridad. Debemos establecer límites sanos que nos permitan no tener consecuencias desagradables. Uno de los cinturones que debemos ponernos a diario es el cinturón del “dominio propio”. Debemos ponernos este cinturón de seguridad para controlar nuestras emociones, palabras y acciones. Al igual que las muertes fatales, el no ponernos este cinturón puede llegar a causar tragedias fatales en nuestra vida. Así que, “ponte el cinturón del dominio propio”, te salvará de perder muchas cosas en la vida.
La Biblia dice, “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7, RV 1960).

Planear O No

¿Cuántas veces has planeado algo y no ha salido de acuerdo con tu plan? ¿Cuántas veces has invertido horas en un plan y todo se desmorona fácilmente? Por ejemplo, hay personas que planearon muchas cosas en su vida, pero no se cumplieron para nada. Sin embargo, hay otras que sin planear se dieron por sí mismas. Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Es la solución no planear? No. De ninguna manera. La solución no es sólo planear, sino vivir en una actitud de planeamiento. Es decir, se planea concienzudamente, pero se aprende en el proceso y se reflexiona al respecto para obtener resultados de la mejor manera posible. Como dice un dicho: “Planear es nada. El planeamiento lo es todo” (Dwight D. Eisenhower).

Debemos entender que aunque tengamos planes, los planes de Dios pueden ser otros. Entonces, es necesario estar en sintonía con Dios para planear de acuerdo con Su voluntad. Pidámosle sabiduría a Dios, confiemos en Sus planes y disfrutemos de los propósitos que Él tiene preparados para nosotros. La Biblia dice en Isaías 55:8, “«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos—dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse” (NTV).

Dolorosamente Doloroso

“Es dolorosamente doloroso”, fue la expresión que escuché de un doctor al salir de la sala de emergencias y comunicarle a una familia que su padre había fallecido. Al hablar de “dolorosamente doloroso” nos referimos a esos momentos de supremo sufrimiento, frustración y desánimo. El dolor se puede presentar a nivel físico, emocional o hasta espiritual. Físicamente, al estar hospitalizados después de una operación, los doctores o enfermeros preguntan: “De uno a diez, ¿cómo está su dolor?”. Por lo menos los profesionales de la salud tratan de implementar un sistema métrico para medir el nivel de dolor. Pero, ¿cómo se puede medir un dolor emocional o espiritual?

La verdad es que el dolor nos afecta de diferentes maneras y en diferentes circunstancias. Alguien dijo que “La única manera de hacer desaparecer el dolor es mediante la muerte”. En otras palabras, en esta vida, siempre experimentaremos el dolor. Sin embargo, Dios nos enseña mucho en los momentos que estamos experimentando dolor. ¿Cuál es tu dolor? ¿Qué te está enseñando ese dolor? ¿Cómo puedes sobrepasar el dolor que tienes? ¿Puedes clamar a Dios en medio de tu dolor? 

Dios conoce nuestro dolor y está atento para ministrarnos y darnos paz en el corazón. Puedes estar seguro(a) que Él conoce tu aflicción, ha llevado todo tu dolor y puede aminorar cualquier carga que tengas. La Biblia dice en Eclesiastés 1:18, “Cuanta más sabiduría tengo, mayor es mi desconsuelo; aumentar el conocimiento solo trae más dolor” (NTV).

Dios Está En Control

¿Has sentido que las cosas tienden a salirse de control? ¿Has sentido que alguna situación en tu vida parece estar fuera de control? Me refiero a la crisis mundial de salud, a los múltiples problemas internacionales, a las protestas raciales, a los conflictos políticos y todo lo demás que está afectando a nuestro mundo hoy. Sin embargo, aunque pensemos que muchas cosas están fuera de control, hay un principio que todos debemos recordar: “Dios está en control de todo”.  

Dios sigue en Su trono en control absoluto sobre todas las cosas. El hecho que el ser humano sea pecaminoso, egoísta y tome malas decisiones, no quiere decir que Dios no esté al tanto ni que haya perdido el control. Al contrario, en medio de la pecaminosidad, de la aflicción y del sufrimiento, Él tiene el dominio sobre todo aún al permitir cosas que después de alguna manera trabajarán a favor nuestro. 
De modo que no te apures tanto, en medio de todo confía, descansa y reposa en el Señor. Recuerda que Él está en control. ¿Le dejarás el control a Él? La Biblia dice en Job 42:2, “Sé que todo lo puedes, y que nadie puede detenerte” (NTV)

Estrés

El estrés es considerado en nuestros días como el problema más grande en la salud integral. De acuerdo a la Asociación de Psicología Americana (American Psychological Association), la tercera parte de la población en los Estados Unidos vive en un estado de estrés extremo, mientras que cerca de la mitad (48 por ciento) considera que su estrés ha aumentado en los últimos cinco años.

El dinero y el empleo siguen siendo las causas principales del estrés. Cerca de la mitad de las personas en los Estados Unidos reportó que el estrés tiene un efecto negativo en sus vidas personales, relacionales y profesionales. La mayor causa del estrés en tu vida es la “preocupación”. Nos preocupamos porque nos preguntamos si tendremos lo que necesitamos cuando lo necesitemos. Si esperamos que otras personas satisfagan nuestras necesidades reemplazando a Dios, hagamos lo que hagamos, quedaremos frustrados y desilusionados.

La cura para el estrés es simple: “Busca siempre a Dios para que Él satisfaga ‘todas’ tus necesidades”. Es simple y a su vez difícil. Si pones tu seguridad en tu matrimonio, tu trabajo, tu salud, tu dinero, tu experiencia y tus habilidades o hasta en tu vida espiritual, saldrás defraudado. Pon tu confianza en Jesús y en Sus promesas. La Biblia dice en Romanos 8: 32, “Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas”, (TLA).

Justicia Social

Un niño llegó apresurado a su casa para contarle a su mamá lo que había visto en la casa de su vecino. Aún con su corazón acelerado y muy alarmado, le dijo a su mamá, “vi como el vecino estacionó su carro, se bajó rápidamente, entró enojado a la casa, comenzó a gritar y a querer golpear a mi amiguito porque estaba borracho y fuera de control”. Y tú, ¿qué hiciste hijo? ¿qué te pasó? “yo hice lo que lo que pensé y era justo. Defender a mi amigo, quitárselo del frente de su papá y comenzar a correr”; por eso estamos aquí, decía con su voz agitada.

Aunque esta anécdota parece triste y a su vez muy común, nos enseña algo muy importante acerca del ser humano y es que todos tenemos sentido de justicia social. ¿Cuántas veces te has indignado por algo injusto que parece estar fuera de tu control? ¿Cuántas veces has tenido que hacer algo a causa de la injusticia social? La Palabra de Dios nos llama a velar por las necesidades de otros. ¡Haz lo que este a tu alcance para defender al desamparado, maltratado y abusado de nuestra sociedad¡ Dios te respaldará. La Biblia lo dice muy explícitamente, “…el Señor ha dicho de ti lo que es bueno y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios” (Miqueas 6:8, NTV)

Los Ladrones Del Gozo

¿Conoces cuáles son los ladrones del gozo diariamente en nuestra vida? Yo identifico cuatro claramente. El primer ladrón son “las circunstancias”. El poeta Byron escribió: “Los hombres son el hazmerreír de las circunstancias”. Nos sentimos muy gozosos cuando las cosas van viento en popa, pero sentimos aflicción cuando las circunstancias no son las que esperábamos. Incluso, nos cambia el ánimo con muchas de las circunstancias. 

El segundo ladrón del gozo es “las personas”. Hay personas que nos roban el gozo por lo que son, por lo que dicen y por lo que hacen, lo cual nos llega a afectar a nosotros. Recordemos que la gente puede ser supremamente cambiante. Lo tercero son “las cosas”. Entre más tenemos, se supone que más estaríamos contentos. Pero hasta los que más tienen, sus mismas posesiones les quitan o roban la paz. Así que no sólo el tener nos producirá gozo en nuestras vidas. 


Finalmente, “la preocupación” nos tiende a robar la paz. Nos preocupamos por cosas que aún no pasan y por las que ya han pasado. Este es el peor ladrón de todos que crea ansiedad, desosiego e inseguridad. ¿Qué hacer? Debemos dejar que el gozo de Dios sea nuestra fortaleza diaria. De esta manera, ningún ladrón lo robará fácilmente. La Biblia dice en Nehemías 8:10b, “Este es un día sagrado delante de nuestro Señor. ¡No se desalienten ni entristezcan, porque el gozo del Señor es su fuerza!” (NTV)