“El mejor maestro es el tiempo, sin necesidad de que hagas preguntas, te da las mejores respuestas”. ¿Cuántas veces el tiempo te ha dado o no la razón? El tiempo tiene dos características esenciales: te proporciona una perspectiva especial y te sana las heridas del corazón. Con el paso de los días, puedes ver las cosas de manera diferente. Tanto los dolores, aciertos y desaciertos del ayer, son vistos con otros lentes a través del tiempo.
El tiempo también es curativo. Con el pasar de los días, las cosas por las que enfrentábamos batallas, ya no tienen mucho sentido. Por otro lado, las cosas que más nos molestaban, hasta nos reímos de ellas. ¿Por qué? Simplemente porque el tiempo ha hecho su trabajo curativo en nosotros. Benjamín Franklin dijo: “¿Amas la vida? Pues si amas la vida, no malgastes el tiempo, porque el tiempo es el bien del que está hecha la vida”. Algunas veces como dice el dicho: “solo debemos darle tiempo al tiempo”.
Hay personas que darían todo por un poco más de tiempo y nosotros que lo tenemos, muchas veces no lo valoramos. Por tanto, muchas veces “el mejor maestro” será el tiempo. La Biblia dice en Eclesiastés 3:11, “Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin” (NTV).