Cuando personas entran en tu vida, Dios la envía por alguna razón. Bien sea para aprender de ellos o para estar con ellos hasta el final. No importa cuál sea la razón, solo disfruta el momento con esas personas. Quizá si no las aprecias ahora, mañana podrías lamentarte y ser demasiado tarde porque la vida es breve y tiende a darnos muchas sorpresas.
La vida puede ser complicada, dolorosa y llena de altibajos, pero las personas alrededor tuyo llenan de sentido tu vida. Siempre hay un nuevo día, hay otras personas de las cuales aprender, otros tiempos y otras historias que enriquecerán tu vida. Siempre habrán nuevas oportunidades, nuevas sorpresas, nuevos comienzos y nuevos encuentros que pueden cambiarlo todo en un momento indicado. Sin embargo, la persona que puede transformarlo todo se llama “Dios”.
Dios en tres personas: “Padre, Hijo y Espíritu Santo”. El Padre, creador y diseñador de todo lo que existe. El Hijo quien es la imagen misma de Dios y quien murió por nuestros pecados. El Espíritu Santo que nos acompaña, nos aconseja y puede vivir adentro de aquel que cree en Jesús. Y tú, ¿conoces a Dios? Podrás conocer a las personas más maravillosas del mundo, pero si no conoces a Dios, te has perdido de lo mejor. Conócelo, te aseguro que te irá muy bien. La Biblia dice en Juan 17:3 , “Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra” (NTV).