Cuando una casa se construye, los trabajadores se presentan con diferentes herramientas: martillos, llaves, cortadores de cable, brochas para pintar, palas y rastrillos, lo que se necesite. Entre ellos hay: motivadores, organizadores, artesanos, ingenieros, arquitectos. En fin, la lista es extensa.
Así también es la construcción del reino. A cada uno de nosotros se nos han dado herramientas como los dones que son regalos espirituales y las habilidades naturales al igual que los deseos, motivaciones, intereses, anhelos, sueños y visiones. Dios nos ha equipado de forma única a cada uno de nosotros de acuerdo con Su voluntad para llevar un rol en la construcción de Su reino.
Grace Wilder usó las herramientas que Dios le dio para construir Su reino en una Universidad en Massachussets lo cual transformó su mundo. No cambió el mundo porque ayudó a fundar un movimiento de más de 100,000 estudiantes. Cambió el mundo porque estuvo dispuesta a enseñar la Biblia a treinta y cuatro estudiantes. Si solamente una persona hubiera ido, el mundo hubiera sido cambiado y el reino hubiera sido construido. Lo que seas o quien seas, Dios quiere que seas un constructor de Su reino. Eres una “mano en el tiempo de Dios” para expandir Sus preceptos y Su reino en la tierra.
La Biblia dice en Mateo 3:2, “Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca”, (NTV)