“Tirar la toalla” es una expresión que usamos cuando estamos a punto de desistir de algo o de darnos por vencidos. Hay días que queremos tirar la toalla en nuestras relaciones, en nuestro trabajo, en nuestra salud y aún en nuestra vida espiritual. Aunque estemos en el lugar indicado, con la gente correcta, y en el momento oportuno, nos llegan esos sentimientos de querer desistir.
El síndrome de “tirar la toalla” no es nuevo. Muchos de los hombres y mujeres exitosos de la historia sintieron y quisieron darse por vencidos. Sin embargo, la diferencia entre los que siguieron adelante y no desistieron con los que sí, es que unos no tiraron la toalla y por eso sus nombres están escritos en la historia. Los demás son NN’s porque no marcaron la diferencia. En otras palabras, el “no tirar la toalla” es una característica fundamental de aquellos con mentalidad de luchadores y vencedores. Así que si te viene el sentimiento de querer tirar la toalla, no te apures, es normal. Simplemente, no la tires y sigue persistiendo en lo que Dios te ha llamado a hacer. La Biblia dice, “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”, (2 Timoteo 4:7-8, NTV).