Muchas veces hacemos muchas cosas sin saberlo. Por ejemplo, cometemos una imprudencia, somos inoportunos, nos adelantamos, decimos algo fuera de lugar, ofendemos con nuestras acciones, hablamos con nuestros hechos, en fin, son muchas las maneras como recurrentemente decimos o hacemos cosas sin saberlo.
“Sin saberlo” significa que estamos obviando algo, que no lo sabemos todo y que nos falta mucho por aprender. Significa que cometemos errores, que nos falta mucho por experimentar y por vivir. Aunque hay muchas cosas que hacemos “sin saber” por nuestra imprudencia e inoportunidad, hay otras que las hacemos sabiéndolas. Por ejemplo, muchos de nuestros hábitos nocivos, malas costumbres y pecados ocultos. A pesar de que nosotros fallamos en repetidas ocasiones omitiendo muchos de los buenos consejos y preceptos, hay alguien que lo “sí lo sabe todo” y se llama Dios. Él sabe y conoce todo. Él esta consciente de cada una de tus necesidades. Además conoce tu pasado, tu presente y tu futuro.
Pese a que no lo sabemos todo, podemos confiar en Aquel que lo sabe todo. De hecho, uno de los atributos de Dios es Su omnisciencia, es decir, Él lo conoce todo. Entonces, ¿puedes confiar tu vida en Aquel que lo sabe y lo conoce todo? La Biblia dice en Daniel 2:22, “Él revela cosas profundas y misteriosas y conoce lo que se oculta en la oscuridad, aunque él está rodeado de luz” (NTV).