¿Qué hay de nuevo, viejo? Era la pregunta de un personaje en una caricatura que veíamos muchos de mi generación. Esa es una pregunta que nos habla de las noticias, de los acontecimientos, de lo nuevo que pueda estar pasando a nuestro alrededor. Parece ser que actualmente el mundo está girando alrededor de la crisis pandémica y aunque hay nuevas estadísticas a diario, nuestras vidas parecen estar inmersas en tristes y desafiantes noticias que carecen de mucha novedad.
Los horarios, trabajos, relaciones y dinámica familiar han sido también cambiados o alterados. Nuestros planes han sido modificados. La novedad en nuestros días es enfrentar cada desafío de la mejor manera posible, podernos adaptar cuando sea necesario y encarar los obstáculos como peldaños en la escalera hacia la madurez. Pero, a su vez, cada día es una nueva oportunidad. Una oportunidad para comenzar de nuevo, una oportunidad para emprender lo no emprendido, para restablecer, para reconstruir, para reinventarnos si es necesario. Es una oportunidad para decidir ser felices, para aprender de cada momento y para disfrutar de cada ocasión. Es una oportunidad para amar y ser amados, para servir y para encontrar lo que aún no hemos encontrado.
¿Estas dispuesto(a) a descubrir y a experimentar novedad en tu vida? Recuerda que Dios siempre desea hacer algo nuevo en ti. La Biblia dice en Colosenses 3:10, “ Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él” (NTV).