¨No crecemos cuando las cosas se vuelven fáciles, lo hacemos cuando afrontamos nuestros desafíos¨. Los desafíos son parte esencial de nuestras vidas. Como dicen por ahí: ¨El desafiarnos a nosotros mismos es el único camino que conduce al crecimiento¨. Esta es la idea de desafiarnos cada día para ser mejores y hacer lo mejor de lo que pudimos hacer ayer. No se trata de un esfuerzo en vano, se trata de un compromiso hacia un crecimiento integral donde Dios tiene el primer lugar en nuestras vidas.
Los desafíos son nuevos retos que nos mantienen motivados para seguir adelante. Dichos retos implican dedicación, sacrificio, entrega y un gran compromiso, porque cuanto mayor es el obstáculo, más gloria hay en superarlo. Para los seguidores de Cristo, solo Él se lleva la gloria. Dios suele retarnos para producir en nosotros algo bueno, ya que el desafío en la vida puede ser el mejor terapeuta. Como escuché el otro día: ¨En la vida ser desafiado es inevitable, pero ser derrotado es opcional¨.
Entonces, ¿cómo deseas encarar tus desafíos? ¿deseas enfrentarlos solo o con la ayuda de Dios? Él está dispuesto para ayudarte, enseñarte y levantarte si es necesario. La Biblia dice en el Salmo 37:23-24 , “23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. 24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano” (NTV).