Ese hombre ha estado en el ejército o en un colegio militar, me dijo en cierta ocasión un familiar. Si, pero, ¿cómo lo sabes? Por su manera de caminar, me comentó. “Yo también estuve en el ejército y me enseñaron a caminar con la misma postura. Es fácil de reconocerlo una vez y se ha caminado así por años”.
Me puse a pensar de que así debe ser con los seguidores de Cristo. Podemos saber si verdaderamente han andado con Cristo por su manera de andar, por su proceder. Aún cuando Pedro quiso esconderse y negar a Jesús, la manera como hablaba lo delató ya que hablaba como Jesús. Qué impresionante, ¿verdad? Es decir, que la manera como hablamos y actuamos nos delate al relacionarnos como seguidores de Cristo.
La pregunta es, ¿cómo esta nuestro andar? ¿estamos caminando con Jesús o apartados de Él? Él desea que andemos junto a Él. El caminar en Su voluntad es lo mejor. Y tú, ¿cómo caminas? La Biblia dice, “Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones; 2 sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche”, (Salmo 1:1, NTV).