Cuántas veces hemos escuchado: “Atrévete y hazlo”. No lo pienses más. Desde pequeños al querer dar nuestros primeros pasos para caminar, hasta ya siendo adultos al tomar decisiones cruciales que requieren de esfuerzo y de fe, nos enfrentamos con la realidad de esta premisa una y otra vez. El atreverse es el desafiarse a ser comprometidos, valientes e intrépidos. El atreverse es desafiarse sin necesidad de frustrarse.
De modo que, no hagas siempre lo que los demás hacen, haz lo que los demás quisieran hacer y no se atreven a hacerlo. El atreverse requiere de fe y de esfuerzo. El atreverse requiere de visión. El atreverse requiere de compromiso. Hay cosas atrevidas tanto para bien como para mal. El tipo de atrevimiento que ayuda es aquel que es enfocado en lo bueno, lo loable y lo edificante. Por eso, atrévete a salir de tu zona de comodidad, esfuérzate en lo que este a tu alcance y déjale a Dios los resultados. Te aseguro que no saldrás desilusionado. Así que, “atrévete y hazlo hoy”. La Biblia dice en Hebreos 11:6, “6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad” (NTV)