“No tengan miedo”. Este solía ser el anuncio recurrente del ángel que se aparecía en la Biblia en el Antiguo Testamento antes de la llegada de Jesús. El mensaje enviado por Dios a través de los profetas para Su pueblo fue el mismo: “No tengan miedo”. Cuando Él vino, también profirió las mismas palabras una y otra vez: “No tengan miedo”. De hecho, la Biblia contiene esta frase 365 veces. Yo no creo que esta sea una coincidencia, debe ser una Diosidencia, ¿verdad? Esto nos recuerda que todos los días debemos apropiarnos de esta verdad bíblica: “Dios está con nosotros”. Por lo tanto, “no tendremos temor”.
Cuando Jesús nació, se acabó el temor, la confusión y la oscuridad. Él vino a traer vida en abundancia y significado donde no lo había. Él vino a pagar por la cuenta que no se podía pagar y a darnos esperanza en un mundo desesperanzado. En otras palabras, nació el verdadero amor, el gozo permanente, la esperanza eterna, la fortaleza inconmovible, la paz verdadera y la confianza eterna.
La navidad es la esperanza viva, es la oportunidad latente, es el milagro existente y es el galardón permanente. ¿Ha nacido Jesús en tu corazón?
La Biblia dice en Isaías 9:6, “…y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (NVI).