El desánimo es inevitable en la vida. Hasta la persona más optimista del mundo experimenta episodios de desánimo en su diario vivir. Pero, ¿cómo enfrentar el desánimo? He aquí algunas pautas: Encuentra la causa. Es una causante de desgaste o enfermedad física, es una razón emocional o sentimental o es un distanciamiento espiritual con tu Creador. En segundo término, evalúa tu realidad. No minimices tus problemas ni exageres o saques fuera de proporción tu realidad. No vivas en una realidad ilusoria, sino en la que debes vivir. Recuerda de buscar ayuda profesional y espiritual cuando sea necesario. Muchas veces necesitamos ser escuchados, afirmados y valorados. En otras ocasiones, debemos ser desafiados, confrontados y corregidos.
Por otro lado, es importante encontrar una actividad que te produzca ánimo y evita juntarte con personas pesimistas y desanimadas. De la misma manera, elimina las relaciones o actividades que te roban tu gozo y contentamiento. Simplifica tu vida. Sobre todo, desarrolla las disciplinas espirituales: Ora, lee a Biblia, medita, ayuna, confiesa y dedica un tiempo diario de reflexión íntima y comunicación con Dios. Estos son sólo unos pocos pasos que te ayudarán.
La Biblia dice Deuteronomio 31:6, “6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”. (NTV)