Me gustó esta frase que dice: “No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas; se equivoca el que por temor a equivocarse no camina”. De modo que el no avanzar es más equívoco que el tratar de avanzar. Debemos tratar de caminar hacia adelante sin tener temor a los obstáculos que se nos presenten por delante.
En el camino encontraremos hermosos paisajes, personas amables, experiencias hermosas y condiciones a nuestro favor. Sin embargo, también encontraremos situaciones desafiantes, escenarios frustrantes, personas desagradables y múltiples piedras que tendremos que quitar de nuestro camino. Debemos tratar una y otra vez, persistir, insistir y si es necesario cambiar de dirección para lograr las metas que Dios nos ha trazado por delante. No dejemos que el temor nos paralice, inmovilice y desestabilice. Dejemos que Dios conduzca nuestro caminar, aclare nuestro camino y nos corrija cuando sea necesario. Sólo así alcanzaremos lo que parece ser inalcanzable. La Biblia dice en el Salmo 86:11, “11 Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre” (RV1960)