Cuando Pasa La Bendición

La bendición se asemeja a un tren que pasa cada día, pero si no decides subirte, alguien más lo hará en tu lugar. Como dice el proverbio: “La bendición del Señor trae riquezas, y la preocupación no añade nada” (Proverbios 10:22, NTV). La bendición de Dios se vive en el transitar de la fe.

La vida, por su parte, es un viaje en tren. Algunos empiezan contigo, otros se unen a mitad del camino, muchos se bajan antes de llegar, pero pocos permanecen hasta el final. Solo estos últimos experimentan plenamente la voluntad de Dios y Sus bendiciones.

El viaje de la vida tiene una única parada, pero antes de alcanzarla, asegúrate de disfrutar del trayecto: mantente firme en los rieles, observa los hermosos paisajes y atraviesa los momentos oscuros. Recuerda que tras la oscuridad siempre llega la luz. En este viaje, el verdadero descubrimiento no está en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos. 
La bendición no siempre se encuentra en el tren en el que viajas, sino en las estaciones en las que te bajas. Disfruta del recorrido y mantén la dirección correcta, confiando en Dios en cada estación que atravieses. La Biblia dice en Salmo 115: 14-15, “Que el Señor multiplique la descendencia de ustedes y de sus hijos. Que reciban bendiciones del Señor, creador del cielo y de la tierra”, (NTV).

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